Corría enero del 2016 y era Rafa Benítez el hombre que ocupaba el banquillo del Real Madrid. Los resultados para un equipo de la categoría de oro no eran los que se esperaban y Florentino Pérez destituyó a Benítez teniendo ya atado un reemplazo que nadie esperaba.
Y ese reemplazo fue Zinedine Zidane, ex jugador del Real Madrid, entrenador del Castilla por aquel entonces y autor del gol de la novena que todos tenemos grabado a fuego en la memoria. El francés dio el salto al primer equipo y comenzó a dirigir al conjunto blanco hacia el lugar que se esperaba. Y de qué manera…
El palmarés del ex jugador tras calzarse las botas de entrenador ha sido asombroso. Zidane ha ganado 9 títulos desde su llegada entre los que destacan tres Champions consecutivas, algo que nadie ha logrado anteriormente y que sitúa el nombre del galo en una de esas páginas destacadas en la historia del Fútbol mundial.

Un doblete ganando la Liga y la Champions en su segunda temporada al frente del equipo hizo presagiar al mundo que este equipo estaba preparado para seguir dominando el Fútbol europeo y el de nuestro país. Algo que se ha cumplido a medias este año tras la mala temporada liguera. Sin embargo, y a pesar de los malos resultados nacionales, el entrenador ha conseguido conquistar su tercera orejona y situar al club blanco en lo más alto del continente nuevamente.
Y quizá ese es uno de los motivos que ha llevado al técnico del Madrid a dejar el banquillo blanco por sorpresa ayer jueves por la mañana. La noticia saltaba cerca del medio día en toda la prensa nacional e internacional dando paso al asombro en la mayor parte de los seguidores del Fútbol mundial.
Diferentes razones son las que baraja la prensa sobre esta salida inesperada. Sin embargo, el sentido común te lleva a pensar que cuando has llegado a lo más alto por tercera vez consecutiva, cuando has conseguido tocar la gloria y vas a pasar a la historia por ello, quizá, y solo en este caso, una retirada a tiempo es una victoria.
Y es que como el mismo considera, tras haber conseguido lo imposible con sus jugadores en estos años, mantener el discurso durante otra posible temporada no habría sido suficiente para seguir en el nivel que se necesita en el Real Madrid. Y para hacer menos de lo que se ha hecho, mejor no continuar.

Zidane abandona el que probablemente será el club de sus amores entre la admiración de sus jugadores, las alabanzas y elogios por parte de la afición y el reconocimiento del club de Florentino Pérez tras haberlos devuelto a la gloria. Una situación que es muy difícil que se viva en el banquillo del Bernabéu pues normalmente los entrenadores no suelen salir por su propio pie sino por decisiones ajenas a ellos.
Según ha informado el francés, no será entrenador de ningún equipo la próxima temporada. Tampoco se plantea dirigir a la selección de su país, lo que no quita que en el futuro pueda hacerlo teniendo en cuenta que tiene todo por delante para conquistar. Y ya sabemos que los retos a Zizou le gustan mucho.