En los últimos días, el foco se ha situado sobre tres escenarios: la consecución matemática de la Liga consumada el fin de semana por el Barça, la archifamosa pelea por el cuarto puesto y la no menos interesante lucha por la permanencia. A tres jornadas de la gran depresión, el fin del torneo para los futboleros, sólo parece resuelto el primer rompecabezas. Por si fuera poco, en estos días vivimos la emoción del último escalón europeo a la gloria, las semifinales de Champions y Europa League con Barcelona y Valencia en liza. Sin embargo, la ebullición no se presenta únicamente en los equipos con objetivos por cumplir, sino también en aquellos otros cuyas expectativas van más allá de junio. Hablamos de clubes sin opciones de mejora que por exigencia deben revertir temporadas para olvidar. Habrá que incluir ahí a equipos como Real Betis o Real Sociedad, pero sobre todo al Real Madrid.
Empezando por la derrota en Vallecas, síntoma de la anestesia que sufre el aficionado blanco ante una temporada plagada de desastres. Todos conocemos lo que ha sucedido hasta llegar a este punto (marcha de CR7, Lopetegui, Solari y la eliminación ante el Ajax…) pero una derrota contra un rival que pelea por el descenso siempre debiera escocer. Muchos dicen que de aquí a final de Liga, Zidane se lo va a tomar como una especie de pretemporada para quedarse con los que le interesen en verano. Otros hablan de que en Vallecas Zizou busca el descalabro con una alineación que evidencie las carencias, de modo que nadie se sorprenda cuando lleve a cabo su purga. Haya o no limpia, el mister francés necesita una revolución, no sabemos si francesa, pero seguro que difícil de acometer por lo económico.
Presumiblemente, la portería sea la trinchera más segura hoy en día en Valdebebas. El domingo, Zidane demostró que su portero titular es Courtois, pero Keylor sabe que nadie le dará más oportunidades de jugar en un grande que el galo. Por lo tanto no se auguran más marchas que la de Luca, el hijísimo, que intentará deshacerse de la presión en la Ligue 2 francesa.

En la defensa han cambiado muchas cosas con Zizou. En primer lugar, el fichaje de Militao, polivalente central del Oporto, parece tener reservado el hueco de acompañante de Sergio Ramos en la pareja de centrales. Esto puede abrir la puerta a Varane, muy por debajo de su nivel este año y con gran caché, aunque con su valedor en el banquillo se antoja difícil. Tampoco parece que pueda salir Nacho, otro multiusos que siempre acaba jugando. Lo que pase con Vallejo, titular en Vallecas, ya es otro cantar, dado que las lesiones le impiden año tras año explotar. En los laterales parecen confirmados Odriozola y Carvajal para el diestro, porque en el zurdo puede haber remodelación. Marcelo se ilusionó con la vuelta de Zidane pero sigue lejísimos de su nivel. Todo apunta a que saldrá, pero no sé si será Cristiano y no la Juve quien pague los más de 30 millones que pide el Madrid por un treintañero. Reguilón, que dio la talla con Solari, ha desaparecido y encima, volverá Theo Hernández, nadie sabe si para quedarse.
En el centro del campo es donde más rejuvenecimiento se espera. Modric cumple 34, le queda un año de contrato y una gran ficha por lo que va a ser complicado obtener una buena suma por el croata. Mejor plusvalía se podría obtener por Toni Kroos pues pese a su veteranía aún tiene 29 años y seguro que se rebasarían los 25 millones que pagó en su día Florentino. Es una de las posibles ventas a acometer a la hora de sacar dinero, sobre todo porque su presencia en el juego se ha difuminado. Más joven aún y con tremendo cartel en Europa se encuentra Isco. Quien lo quiera no pagará menos de 60 millones por un jugador que parece ya perdido para la causa después de un año polémico. Otro de los jugadores muy por debajo de su nivel este año ha sido Casemiro, pero su edad (27) y su perfil le dan muchas opciones de continuar. Y Lucas Vázquez también parece que seguirá, dada su polivalencia. Ya veremos qué sucede con el llamado plan B, que ha vuelto a naufragar este año como ya sucediera en su debut el año pasado. Podría ser contraproducente por el número de altas que obligaría, deshacerse de una tacada de jugadores como Asensio, Ceballos, Marcos Llorente, Brahim o Valverde. Aunque también podemos adivinar que más de uno en esa nómina tendrá que hacer las maletas. El verano tendrá la palabra.

Y en la delantera, tras la debacle, nadie puede contravenir la necesidad imperiosa de fichajes de relumbrón. Se fue Cristiano y no llegó sustituto alguno que pudiera si quiera pisarle los talones. Podría ser Neymar, que demostró su hartazgo por el PSG de la peor manera en la final de la Coupe de France, o Mbappé, que gusta aún más al aficionado merengue. Hablamos de mucho dinero y poco patrimonio para obtenerlo. En principio, sólo Benzema y Vinicius tienen su puesto asegurado. El primero, gracias a las cifras que ha firmado con Zidane en estos meses y el segundo porque está llamado a liderar el futuro merengue. El que sí lleva puesto el lazo desde hace tiempo es Gareth Bale. Su pasotismo y fragilidad han colmado la paciencia blanca. Ni un milagro hará que Florentino recupere los cien kilos que pagó por el galés, porque en la Premier son desprendidos pero no tontos. Deseando está más de uno de que piquen los chinos. Por último, Mariano ha estado casi inédito, hasta con Lopetegui, que fue quién lo pidió como ¿sustituto? de CR7.
En definitiva, se esperan muchos movimientos en la plantilla blanca. Desde luego, nadie podrá achacar el resultado de la próxima planificación al tiempo, porque más que en este año no se puede tener. Se dice que ya hay más operaciones cerradas, como la vuelta de Raúl de Tomás a Valdebebas, veremos si se convierte en otro caso Mayoral más, y el fichaje del brasileño Rodrygo. Sin embargo, el aficionado blanco sabe que no es suficiente para combatir a Messi y compañía. Que no puede suceder como esta temporada, que llevan semanas sin nada por lo que competir debido a un planteamiento nefasto. Que tienen que llegar los cracks para que el Real Madrid vuelva a ser el Real Madrid. Y para ello, Zidane tendrá que sacar su guillotina si quiere que de verdad llegue la revolución al Bernabeu.