El valencianismo tiene un nuevo favorito y ese es Simone Zaza. La grada de Mestalla enloquece con su jugador número 9. Y él ha afirmado que su paso por el Valencia ha sido “como un renacimiento” para su carrera deportiva. Analizamos en TresCuatroTres a uno de los jugadores más en forma de esta temporada, a il capo (el jefe) del Valencia (con permiso del capitán Parejo).
Es un tipo de lo más peculiar este delantero de 26 años del sur de Italia. Su biografía será un éxito en ventas sin dudarlo. Su novia es una afamada modelo, diseñadora y bloguera italiana, Chiara Biasi. Zaza ama su pueblo que se encuentra al sur de Italia, Policoro. Le encanta escuchar la música tecno (cosa que irrita a sus compañeros de vestuario), idolatra a Michael Jordan y lo que más le gusta del fútbol es la pasión y la rivalidad de los grandes partidos y cuando se produce una invasión de campo.
Tiene a la afición che en el bolsillo por su trato cercano, su bravura sobre el césped, y su constante forma de vacilar simpáticamente a quién trata con él, ahora debes tener cuidado si a quién vacilas es a él, recuerda que es italiano y del sur. Sus compañeros están hartos de escuchar “hazte lo tuyo”, la muletilla que utiliza Simone muchas veces que un compañero le corrige algo (sería como un “tú a lo tuyo”). Hombre de buen corazón, Zaza es pasional, divertido y con sus goles está siendo protagonista de este buen Valencia de Marcelino.

Simone Zaza se formó en la cantera del Atalanta y de allí lo pescó la Sampdoria que le fue cediendo a otros equipos humildes como la Juve Stabia, el Viareggio y el Ascoli. En este último club destacó anotando más de 20 tantos en la temporada 2012/13 en la Serie B. Su fantástico rendimiento en la segunda división italiana le llevaron al Sassuolo, que apostó por él como hombre gol para conseguir la permanencia en la élite del calcio.
En este club de la región Emilia – Romaña que debutaba en la Serie A, Zaza comenzó a consolidarse como delantero de referencia de su país jugándolo prácticamente todo y destacando por su lucha y el peligro que provocaba en la portería rival, con una decena de goles cada temporada. En ese Sassuolo de Paolo Cannavaro, Domenico Berardi, Vrsaljko y Sansone, entre otros compañeros, consiguió una permanencia ajustada su primer año y una cómoda salvación en el 2014/15.
Por fin en la temporada siguiente tuvo la oportunidad de ser protagonista en un club puntero como la Juventus. El atacante italiano a pesar de no perder del todo su olfato goleador anotando 5 goles en la temporada dejó de contar con minutos con el transcurso de las jornadas. En su favor hay que decir que en esa Juve tuvo la enorme competencia de atacantes como Morata, Dybala y Mandzukic, tres delanteros de gran talento.
Zaza se marchó de la Juve cedido por la falta de oportunidades que le ofrecía Maximilano Allegri y el West Ham inglés apostó por él. En la Premier apenas jugó. El entrenador croata Slaven Bilic tampoco le dio minutos e incomprensiblemente apenas jugó cuando tampoco tuvo una competencia destacada en su puesto, de hecho el West Ham devolvió de la cesión al delantero a mitad temporada y en Navidad regresaba a la Juve.
Simone Zaza aterriza en Valencia
En ese instante apareció la posibilidad del Valencia. Ambas partes se necesitaban. En club che entrenado en ese momento por el técnico italiano Cesare Prandelli (que acababa de aterrizar tras la destitución de Paco Ayestarán) buscaba un atacante que anotara los goles que ni Nani, ni Munir, ni Rodrigo eran capaces de hacer. El Valencia necesitaba con urgencia refuerzos después de un horrible inicio de competición y llegar a Navidad sumergido en plena pelea por la salvación igualado a puntos con el Sporting de Gijón.
Por su parte, Simone Zaza con 25 años se encontraba en el momento que todo futbolista debe explotar y vivir sus mejores años, y él venía cuesta abajo en su rendimiento. Tras su brillante paso por la Serie B y su destacado debut en la élite del Calcio en el Sassuolo, había decepcionado en su paso por la Juve y West Ham, era el momento de demostrar su valía o quedar apartado en el olvido de los directores deportivos y entrenadores.
Cuando llegó al aeropuerto de Manises en Valencia pocos confiaban en su éxito en Mestalla. Sus datos más recientes de partidos jugados y goles eran discretos y en el Valencia apenas se recordaba un jugador italiano, y menos un delantero, que hubiese triunfado. Quizá el legendario lateral Carboni fuera el último (Moretti también rindió aceptablemente). En cuanto a los atacantes, muchos fracasos: Lucareli, Corradi, Marco Di Vaio, Tavano…

Su presentación fue bochornosa. Cuando llegó, Cesare Prandelli había dimitido poco antes argumentando la palabra incumplida del Valencia de reforzar el equipo con más jugadores. Y el Director Deportivo que comenzó a negociar su cesión con obligación de compra fue despedido, Suso García Pitarch. Así pues, un miembro de la Secretaria Técnica Deportiva, Vicente Rodriguez (mítico ex-jugador del Valencia) y un Director Deportivo en funciones, Alexanko (que sería nombrado titular del cargo poco después), fueron los encargados de cerrar su llegada a Valencia con el beneplácito de Voro, entrenador de emergencia en el club.
La imagen de su presentación era más que triste. El jugador solo con dos periodistas del club para dirigir la rueda de prensa y ayudar en la traducción de las respuestas del jugador. Ningún miembro del club quiso estar a su lado por si la apuesta salía mal. Ahora muchos de ellos aplauden aquella incorporación. Dicho lo cual, Vicente Rodríguez (mítico extremo del Valencia del doblete de Benítez) siempre apostó por su incorporación y no dudó en presionar al club para que esa operación terminara de cerrarse tras la marcha del anterior director deportivo.
Así fue la llegada de un delantero excéntrico, alocado, pasional y que está demostrando tener el gol en sus venas en Mestalla. Este jugador, el ciudadano más ilustre de la pequeña población de Policoro, al sur de Italia, ha encandilado a la afición che por su bravura y su curiosa y divertida forma de entender la vida. Los datos lo encumbran a la cima de los mejores delanteros que han pasado por el Valencia sumando 10 goles en los primeros 15 partidos de liga, algo que solo han conseguido en la casi centenaria historia del club artilleros como David Villa y Mario Alberto Kempes.
Solo una maldita lesión puede romper este idilio que vive Mestalla con este jugador. El entrenador Marcelino desveló hace semanas que Simone Zaza arrastra desde hace tiempo una rotura parcial del menisco externo. Este problema le provoca molestias durante un par de días que desaparecen pero que a los pocos días regresan. El jugador insiste en no querer pasar ahora por el quirófano (que le supondría una baja de en torno a un mes o dos de baja) para seguir aprovechando su buena racha de goles. Los médicos del club comentan que quizá pueda aguantar así toda la temporada pero quizás también puede terminar de romperse en cualquier momento y eso supondría perderse ya prácticamente lo que resta de curso. Y de momento la decisión del Valencia y Zaza es asumir el máximo riesgo e intentar operar al futbolista cuando termine la temporada.
El Valencia, por si acaso llega la desgracia, está analizando el mercado invernal en busca de un delantero económico que pueda anotar los goles que dejaría de marcar Zaza en caso de lesión. Pero de momento el valencianista disfruta, como hacía tiempo que no lo hacía, con un futbolista que además de ayudar a obtener buenos resultados transmite su pasión y su alegría a la grada. Al igual que pasó con el Kily González, Piojo López, Amadeo Carboni…esa bravura está enamorando al aficionado valencianista. Cada vez que Simone Zaza sonríe, sonríe Mestalla.