Estos días las conversaciones han cambiado y lo que dábamos por hecho es una incógnita. Hace sólo unas semanas, lo que estaba marcado en el calendario teníamos la certeza que se iba a cumplir, para algunas cosas el tiempo se nos hacía más corto y para otras más largo, pero sabíamos que, simplemente, había que contar los días, las horas, minutos y segundos y que todo llegaría… buenos tiempos.
Por supuesto, el deporte en general y el fútbol son una muestra más de que estamos ante un suceso extraordinario, porque cuando la gente escucha noticias, ve cifras y lee opiniones piensa que no le va a tocar a ellos, que nuestra familia, trabajo o nuestro equipo de fútbol van a seguir ahí para darnos tranquilidad y ofrecernos una sensación de normalidad, pero no es así.
En el fútbol (el tema que siempre nos ocupa en nuestra web) ver estadios vacíos por disputarse los partidos a puerta cerrada, fue un primer shock, pero ahora saber que se suspenden todas las competiciones y que, por ejemplo, este fin de semana no habrá Derbi o que no sabemos si el balón volverá a rodar alguna vez en lo que queda de temporada, nos ha puesto en una situación que no se daba desde la Segunda Guerra Mundial.

(Fuente: elespanol.com)
El miércoles pasado estaba viendo el Liverpool-Atlético de Madrid de la vuelta de octavos de final de la Champions League y tuve una sensación muy extraña pero terriblemente real, sentí que seguramente iba a ser el último partido que iba a ver en circunstancias normales, un último resquicio del mundo tal y cómo siempre había conocido. Que era la última vez que iba a ver un estadio lleno hasta la bandera donde durante 90 minutos para muchísima gente no había nada más importante que lo que estaba pasando en el césped, y no puedo dejar de pensar que desde luego era uno de los mejores escenarios para que el fútbol, tal y cómo lo conocemos, dijera adiós.
Y es que pensé que hasta el último minuto la gente en este estadio no dejó caminar solo a su equipo fuera cual fuera el resultado y por eso no me puedo imaginar este estadio vacío.

(Fuente: standard.co.uk)
Para mí el Liverpool es uno de los grandes iconos de este deporte, en la actualidad y en la historia, además de un equipo que me cae realmente simpático y que además, con el que mi equipo siempre ha tenido buenas experiencias. Por supuesto Anfield, en ese estadio donde el equipo nunca camina solo, es uno de esos templos a los que todo el mundo que ame el fútbol debería ir (quizás yo ya llegue tarde y no pueda vivirlo hasta dentro de mucho tiempo ) y quería homenajear al club y su afición, desde mis humildes palabras con el artículo de hoy.

(Fuente:thisisanfield.com)
Yo, en principio, tenía previsto continuar con las campañas sobre entrenadores de fútbol, pero todo lo que se me pasó por la cabeza viendo el partido del pasado miércoles, hizo que sintiera la necesidad de cambiar los planes y que me pareciera más importante traeros una campaña de los Red y que a mí, personalmente, me emociona. y lo hace, porque aunque no lo firme el propio club, sino su sponsor, recoge muy bien los valores de los aficionados y seguidores del equipo porque como ellos mismos lo bautizan, es una historia del Liverpool.

(Fuente: soyreferee.com)
La campaña habla de sentimientos y de esas sensaciones que tenemos todos los que amamos el fútbol con nuestros equipos, porque, quizás, la campaña sea del equipo del condado de Merseyside, hable de los logros, mitos, jugadores o como ellos mismos dicen es un homenaje a los más de 700 millones de seguidores reds que hay en el mundo, pero no nos engañemos, la campaña es universal más allá del equipo porque habla de auténticos sentimientos que no hace tener este deporte. Nos saca una sonrisa, consigue que nos sintamos identificados todo el tiempo e, incluso, hace que se te salte una lágrima en algunos momentos.

(Fuente: Anuncio «A Liverpool Story)
Y lo hace, además no por un motivo puntual o logro sino nos habla de los últimos 10 años de historia del club, porque es el tiempo que lleva el banco Standard Cahertered siendo su patrocinador. Con una historia desde una aficionada que ha seguido al equipo este tiempo y que nos muestra que el verdadero amor por unos colores te acompaña en los buenos y malos momentos pero también en tu vida cotidiana.
En la primera situación que nos presenta el anuncio ya lo podemos ver, estamos en lo que parece una función de fin de curso, donde van a actuar unas bailarinas y donde una de ellas lleva las medias del Liverpool para actuar. Justo esta escena me recordó a una anécdota personal relacionada con mi trabajo. Hace unos años tuve que ir al Estadio Benito Villamarín a presentar una campaña de abonos para el Real Betis, hasta aquí todo normal (por cierto la idea era muy potente pero no llegó a salir), pero cuando fui y por cómo soy, sentí la necesidad de llevar mis medias rojas del Sevilla a esa presentación, y eran las rojas porque obviamente jugaba fuera de casa. Incluso, por un momento creí que por llevar las medias cuando iba a pasar el torno de seguridad iba a pitarme, como si el detector de metales también pudiera detectar los sentimientos por unos colores… La presentación fue muy bien, me felicitaron, les gustó e, incluso, llegaron a decirme que se notaba que era bético, porque, claro, esa idea sólo podría tenerla alguien que fuera y sintiera los colores verdiblancos, mientras, yo no podía evitar pensar: si tú supieras… finalmente la campaña no salió por motivos que ahora no vienen al caso, pero mis medias me hicieron sentir que aunque estaba en el seno del eterno rival, yo estaba un poco en casa.

(Fuente: Anuncio «A Liverpool Story)
La campaña de TBWA/Sinagapore está llena detalles y guiños a los seguidores del Liverpool, incluso cosas muy locales, como cuando se despide la chica de la madre diciendo “Ta-ra” que es la manera en la que dicen adiós en Liverpool o momentos difíciles como el retiro de Gerrard o la marcha de Torres, porque no es la típica campaña de sólo los momentos de gloria sino también de decepciones y momentos difíciles, llena de detalles pequeños como lo de las medias o el baile de celebración de los goles que también baila la protagonista en las discoteca…Una historia cercana donde todos sabemos exactamente cómo nos hace sentir nuestro equipo en las victorias y en las derrotas, cuando se van nuestros ídolos y cuando llegan nuevas ilusiones. Una campaña que toca el corazón de todos los que amamos el fútbol. Ojalá nunca tengamos que dejar caminar solos a nuestros equipos.
Muy bonito artículo y emotivo.Esperemos que podamos volver pronto a la normalización de la vida,World let’s never surrender,Mundo no nos rindamos.
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