Desde hace ya unos años la vuelta de la Champions, tras los dos meses de parón hibernal tras la fase de grupos, se hace escalonada en dos semanas. Supongo que para cuidarnos, no vaya a ser que tras la sequía nos dé una sobredosis de fútbol europeo si nos juntan los partidos de octavos en dos días. Mentira, todos sabemos que es para que las televisiones expriman más este formato.
En la primera jornada de octavos los pesos pesados dejaron claras sus intenciones de llegar a Lisboa sentenciando la eliminatoria en el primer partido. El Barça no perdonó el sorprendente ataque de cobardía de Pellegrini y le endosó un 0-2 al City, también ayudado por la expulsión de un Demichelis que ya no está para le fútbol de élite. El PSG liderado por un imparable Ibrahimovic aplastó con 4 goles al Leverkusen en tierras germanas. Y el Bayern de Múnich de la mano de Toni Kroos supo aprovechar el desgaste físico del Arsenal tras la expulsión de Szczęsny en el minuto 37 (0-2). Por su parte, el Atlético sigue imbatido en la Champions y puso un pie en cuartos con un solitario gol de Diego Costa a un Milan que encontró un muro en Courtois y los palos.
Hoy y mañana es turno para el resto de favoritos. Quizá no hay un partido más destacado que el resto, ningún choque de trenes o duelo de titanes, y parece más o menos claro quien pasará de cada encuentro, pero esto es fúbol y siempre puede esconder alguna que otra sorpresa. Así que ¡continuamos con la Champions!
Olympiacos vs Manchester United

Lo que a simple vista sobre el papel parece claro, en el campo no lo será tanto. Hace unos años el Manchester United eliminaría al Olympiacos sin despeinarse, pero el que ha sido uno de los grandes de la Champions ya lleva unos años flojeando. El año pasado no pasó de octavos al caer eliminado por el Real Madrid y en la 2011-2012 vio cómo el Benfica y el Basilea lo mandaban a la Europa League (de la que sería eliminado en octavos por un gran Athletic de Bilbao).
Todo indica que todavía no se ha repuesto del mazazo de perder la Champions ante el Barcelona en Wembley. Y la crisis se ha trasladado al campeonato local con la marcha de Sir Alex Ferguson. David Moyes recogió un equipo campeón de la Premier para arrastrarlo hasta la 6ª plaza a 5 puntos de Europa. Ni la reciente llegada de Mata parece una solución para evitar el fracaso de una temporada que amenaza en blanco y sin clasificación europea, y lo único que parece que podrán celebrar sus seguidores es la renovación millonaria de Wayne Rooney. Malos tiempos para los Red Devils. A pesar de ello se presenta como primero del grupo A, con 4 victorias y 2 empates, marcando 12 goles y encajando sólo 3, aunque ni el Bayer Leverkusen ni el Shakhtar ni la Real Sociedad no ofrecieron demasiada resistencia ni empeño para negarle el pase a octavos.

Por su parte, los de El Pireo, comandados por Míchel, lograron echar al Benfica de la Champions a pesar de empatar a puntos gracias a que se impusieron en su enfrentamiento directo. Pasaron así como segundos tras el potente PSG. Para el Olympiacos, ante la aparente debilidad del equipo inglés, este partido es la oportunidad ideal para pasar a cuartos de la Champions por segunda vez en su historia, la primera fue en la temporada 1998-99, y eliminar a un Manchester United que se le ha resistido en los cuatro enfrentamientos previos que han tenido en la máxima competición europea. Eso sí, lo tendrá que hacer tras la pérdida en el mercado invernal de Mitroglou y con la clausura parcial de su estadio.
Exactamente con el cierre de la parte baja de la grada norte, debido a incidentes de caracter racista y la utilización de bengalas y láser por parte de sus aficionados más radicales en el último partido de la fase de grupos. Algo que no sorprende, pues ya conocemos el ambiente que se suele dar en los estadios griegos y que a veces se les va de las manos. En cualquier caso, Saviola tiene otra oportunidad de seguir haciendo historia tras haber metido los dos goles ante el Anderlecht que significaron el pase a octavos de los griegos, algo que no ocurría desde la 2009-2010.
Galatasaray vs Chelsea

14 goles encajó el Galatasaray en la fase de grupos, 10 de los cuales se los marcó el Real Madrid, primero de su grupo, algo que no da muy buenos presagios sobre lo que puede sucederle ante el Chelsea de Mourinho. El equipo turco se ha convertido en una especie de cementerio de elefantes y en sus filas dan sus últimos coletazos jugadores que en algún momento tuvieron opciones reales de ganar (y algunos ganaron) la Champions, como Albert Riera, Eboué, Drogba y Sneijder. Precisamente estos dos últimos son los responsables de que el Galatasaray esté en octavos.
El marfileño asistía al holandés, en la última jornada de la fase de grupos, para que éste marcara a 5 minutos del final un solitario y épico gol que clasificaba a los turcos en un accidentado partido de dos días, enviando a la Juventus directamente a la Europa League. Dos protagonistas que intentarán volver a serlo. Especialmente Drogba, máximo goleador de la historia del Chelsea en competición europea y quien llevó a los londinenses a conseguir su única Champions.

Pero para ello tendrán que acabar con uno de sus antiguos mentores. En su regreso a Londres, Mourinho sigue con su pura, dura y descarnada sinceridad que roza la psicopatía, lo antisocial e incluso a veces la paranoia. Todo fingido, claro, a favor del espectáculo y el desviar la atención hacía donde cree conveniente. No debería ya engañar a nadie con su estilo, sus creencias, su antipatía y su desagradabilidad. Aunque en rueda de prensa corre el peligro de convertirse en una caricatura de sí mismo, sobre el césped bien que le va.
El Chelsea se ha clasificado primero de grupo ganando todos sus partidos, excepto contra el Basilea, que le pasó la mano por la cara tanto en Stamford Bridge como en Suiza. Orden defensivo, verticalidad y efectividad, esas son las armas de un equipo que esconde más calidad de lo que muestra por su juego. Lampard, Schürrle, Willian, Oscar y sobre todo Hazard intentan romper la férrea disciplina del de Setúbal con gotas de gran genialidad. Y esta combinación de músculo y talento también le ha servido para encaramarse a lo más alto de la Premier. Pero su vuelta al Chelsea esconde dos grandes retos: recuperar una Premier que el club no gana desde hace 4 años y continuar con la racha de títulos europeos que ha llevado a los de Londres a conquistar su primera Champions y su primera Europa League en los últimos dos años. The Special One tiene mucho trabajo que hacer fuera de la salas de prensa.
Zenit vs Dortmund

Con una derrota por 3-1 ante el Atlético empezó la fase de grupos el Zenit y se despidió con otra derrota por 4-1 ante el Austria de Viena. Pero aún así logró pasar a octavos como segundo de grupo, con una sola victoria, tres empates y superando por un punto al Oporto y al mismo Austria. 6 puntos nunca dieron para tanto.
El líder de la Premier rusa, el equipo del gas, volverá tras la hibernación obligada con ganas de revindicarse, pues no ganan un partido europeo desde octubre, algo que al mismo entrenador Spalletti le parece una vergüenza. Y visto lo visto, es difícil animarse, sobre todo si sólo se han marcado 5 goles mientras se han recibido 9. Gran parte de sus esperanzas para lograr pasar a cuartos por primera vez en su historia residen en Hulk. El gigante brasileño es autor de la mitad de los tantos de su equipo, pero 2 goles no es una gran cifra. Por eso mismo se han reforzado este enero con el venezolano Rondón, ex delantero del Málaga y que desde el año pasado militaba en el Rubin Kazán.

Y si al Zenit le bastaron 6 puntos, al Dortmund casi no le sirven los 12 que consiguió, pasando primero en un triple empate con Arsenal y Nápoles. El subcampeón europeo supo sufrir hasta el último minuto para poder pasar a octavos, pero a primera vista no es el mismo equipo que el año pasado causó sensación en Europa.
Tampoco ayudan las importantes bajas en defensa que ha sufrido durante la temporada. A nivel doméstico está muy lejos del Bayern de Múnich (20 puntos los separan), y ha pasado a luchar por la segunda plaza con el Bayer Leverkusen y el Schalke. En cuanto a la Copa, se clasificó gracias a un solitario gol ante el discreto Eintracht de Frankfurt. Todo parece indicar que la pérdida de Götze pesa más que las incorporaciones de los talentosos Aubameyang y Mkhitary. Lewandowski sigue siendo (hasta junio) la referencia en ataque con 4 goles en su casillero. El polaco junto con Reus son los líderes de este equipo que poco a poco se va desinflando, pero que aún promete grandes dosis de emoción y fútbol de ataque. Al histriónico de Klopp le toca sufrir.
Y por último, pero no por ello menos importante:
Schalke vs Real Madrid

Los alemanes de la antigua «Ciudad de los Mil Fuegos» son últimamente más conocidos por su espectacular estadio de césped retráctil que por sus éxitos deportivos. Siempre se quedan a las puertas de conseguir algo importante. Y es que a pesar de contar entre sus filas con nombres como los de Uchida, Farfán y Huntelaar, hasta ahora ha faltado un líder que diese consistencia a su juego, diese el salto de calidad que les falta para codearse con los grandes y guiase al Schalke a cotas más alta. Hasta ahora.
La llegada del explosivo Kevin-Prince Boateng pretende dar estabilidad a un equipo caracterizado por la irregularidad. Pero no sólo con fuerza se construye un equipo. Así que la batuta del Schalke está en los pies del joven Draxler, quien se ha convertido en la piedra angular del juego de los germanos. A él se ha unido un aún más joven Max Meyer. Lo que demuestra que a pesar de que ahora sea un conjunto en crecimiento y no esté preparado para enfrentarse a grandes pesos pesados (el Chelsea los destrozó con un global de 6-0), es un equipo muy a tener en cuenta en un futuro cercano, siempre y cuando logre mantener lejos des sus estrellas emergentes los cheques con muchos ceros de los grandes potencias futbolísticas.

Grandes potencias como el Real Madrid, obsesionado como cada año con conquistar la Décima. Y ya van 12 años desde el gol de Zidane en Glasgow. Con el Madrid estrenando liderato en Liga, algo que no ocurría desde el 13 de mayo de 2012, y finalista en la Copa, contra el Barça otra vez, a la prensa le ha faltado tiempo para llenarse la boca hablando de tripletes, como cada año por estas fechas. Las urgencias apremian y tras un año en blanco el equipo merengue necesita ganar títulos. Por su parte, Cristiano está en plena forma.
El flamante Balón de Oro de 2013 sabe que repetir su logro este año pasa por una nueva lesión de Messi o por conquistar algo más que el ser máximo goleador de la Champions, el Teresa Herrera, el ChiquiBlatter y el Campeonato de la Repesca. Bromas aparte, cierto es que el Real Madrid ha ido puliendo sus defectos de inicio de temporada, derivados en gran parte por las pequeñas variaciones en el sistema que han supuesto el cambio de Mourinho a Ancelotti. Con Casillas como portero de la Champions, la solidez defensiva recuperada, la explosión de Jesé, los goles entre lesión y lesión de «100 millones de euros» Bale, con Di María acertadamente reconvertido a interior, Benzema jugando sin la presión de la suplencia y, sobre todo, con la compenetración que muestran Xabi Alonso y Modric en el centro del campo, el Real Madrid se perfila como uno de los claros favoritos al título europeo. Un equipo que, por alguna extraña razón, tan sólo ha ganado una de las 25 veces que ha visitado Alemania. Pero visto el nivel del rival parece una buena oportunidad para sumar una victoria más y para que CR7 recupere el pichichi de la Champions.