Han pasado ya diez días desde que la selección española fue eliminada de la Eurocopa y parece que fue hace un siglo. ¡Qué largas se hacen estas competiciones cuando no tienes a tu equipo en el almirez! Sin embargo, las noticias no han entrado en esa desidia veranera que caracteriza al mundo del fútbol.
La primera que nos mordió la yugular fue la (esperada) renuncia de Vicente del Bosque al puesto de seleccionador. No quiso el salmantino hacerla pública el mismo día de la derrota frente a Italia y es algo que me cuesta entender, pues me consta que Vicente había comunicado al eterno Ángel María Villar meses antes su decisión, pasara lo que pasara en la Eurocopa. Sólo puedo entenderlo desde un acuerdo con Villar, que le habría pedido a su seleccionador unos días de «pausa» antes de oficializar la dimisión.
Siendo como soy un acérrimo defensor de Vicente del Bosque, debo reconocer que su despedida podía haber sido manifiestamente mejorable. Podía haberse producido cuando acabó la Euro 2012. Debía haberse producido cuando nos eliminaron del Mundial 2014. Tenía que haberse anunciado a la finalización del partido contra Italia. Pero Del Bosque y Villar han seguido sus tiempos. Sus razones tendrían, aunque a los mortales nos cueste entenderlas.
A Del Bosque, hombre prudente donde los haya, se le ha percibido durante este torneo algo tenso, dentro de su habitual corrección. La prueba más evidente la dio en la entrevista que concedió a El Larguero, donde puso sobre la mesa las desavenencias con Iker Casillas durante toda la Euro, incluso comentando que Iker había sido el único jugador al que no había mandado un mensaje de despedida. En el hipotético caso de que Iker se lo tuviera más que merecido, no creo que El Larguero fuera el sitio donde el seleccionador tenía que haberlo publicitado. Ni siquiera decir aquello del comportamiento con el equipo técnico.
Carlos Puyol, desde el cariño más absoluto, dijo días después que Casillas, por edad, por trayectoria, por carisma, por tantas y tantas cosas, merecía haber sabido con antelación cuál iba a ser su rol en la Euro. Estoy de acuerdo con Puyi. Es más, yo pensé, desde el primer momento, que esa charla se había producido, hasta que Del Bosque dijo que habló con Iker el día después del partido contra Chequia. Por mucho que esas explicaciones no fueran del estilo de Vicente, todo comportamiento tienen una excepción, y creo que Iker debió saber, días antes, que su papel en la Euro 2016 sería la de ser capitán desde el banquillo.
La foto del otro día espero que sea real, que sirva para que ambos hayan aparcado sus discrepancias, y sobre todo, los errores en las formas. Pero en este país, si no malmetemos, no somos nadie. No han faltado los gaiteros que hablan de foto de postureo.
En cualquier caso, ha sido tanto lo que ha dado Vicente del Bosque al fútbol español que me parece que se está siendo, en líneas generales, muy injusto con él. Soy el primero al que no me han gustados sus últimos años, como tampoco me entusiasmó su lista al 100 % (quizá sí a un 80%…). Pero no veo la necesidad de faltarle al respeto, de hablar de él como si fuera un cualquiera. Un tipo que, además, no ha polemizado con nadie, que siempre ha intentado llevarse bien con todo el mundo, que ha intentado minimizar los conflictos…
Todavía no sabemos quién será su sustituto, pero por si acaso, ya les estamos llamando de todo. A Caparrós. A Camacho. A Lopetegui. He leído nombres de todos los estilos: que si Michel, que si Valverde, que si Marcelino (Dios nos pille confesados), que si Víctor Fernández, que si Paco Jémez… Para que el elegido llegue templadito.
Y a todo esto, ya tenemos final de la Euro 2016: Francia-Portugal. La presencia de los galos no puede sorprender a nadie, no sólo por ser los organizadores y tener un buen equipo, es que además, han jugado bastante bien. Pero lo de Portugal… Sólo se me ocurre parafrasear al gran Miguel Ángel Aguilar: ¿¿¿¿¿pero qué broma es esta????