El camino hasta la cima fue bastante tortuoso, pero era la primera vez que la fase final de un Eurocopa (2016) la disputaban 24 selecciones y ya se presumía una competencia durísima para conquistar la gloria.
Lo consiguió Portugal que, curiosamente, no comenzó con buen pie. En un grupo aparentemente asequible, los lusos no pasaron del empate en ninguno de sus tres partidos, ante Islandia (1-1), Austria (0-0) y Hungría (3-3). Así pues, Portugal pasó como uno de los mejores terceros y se citó en octavos de final con Croacia, a la que derrotó por 1-0. En cuartos, jugaron contra Polonia. Tras el tiempo reglamentario, el marcador registraba una igualada (1-1), por lo que se tuvo que dilucidar el vencedor por los lanzamientos desde el punto de penalti, sonriendo la suerte al equipo portugués.
La semifinal la jugó ante una sorprendente selección de Gales, que debutaba en un campeonato de Europa. Tras derrotarla por 2-0, la final ante el país anfitrión y máximo favorito para la conquista del torneo, como la potente selección de Francia, estaba servida.
A los siete minutos de juego, Portugal sufrió un duro revés al lesionarse su máxima estrella (Cristiano Ronaldo) y tener que abandonar el partido. Más difícil todavía.
Tras los noventa minutos reglamentarios, el marcador no se había movido, por lo que se tuvo que disputar la correspondiente prórroga. En el minuto 109, un semidesconocido jugador, como Éder, acertó con su remate para marcar el gol que dio a su país la victoria. De esta forma, Portugal conseguía su primer gran triunfo en un campeonato de selecciones.
No era normal que un país del que habían salido jugadores tan ilustres como Eusebio, Chalana, Gomes, Jordao, Pauleta, Deco, Rui Costa, Futre o Figo, antes del megacrack Cristiano Ronaldo, careciese de títulos futbolísticos de primer nivel.
Para ello, Portugal había depositado la confianza en un entrenador con un amplio bagaje. Por ejemplo, fue el primer entrenador portugués que dirigió a los tres grandes del país; Benfica, Oporto y Sporting de Portugal.
La carrera de Fernando Manuel Costa Santos había transcurrido, hasta esa Eurocopa, en dos países; su Portugal natal y Grecia, de cuya selección también ejerció como seleccionador durante cuatro años (2010-2014). En la actualidad es el entrenador de la selección de Polonia.
No era malo, en absoluto, el palmarés de Fernando Santos, que consiguió algunos éxitos como la conquista de varios títulos de liga, copa y supercopa de su país con el Oporto o una copa de Grecia con el AEK de Atenas. En este club, seguro que lo recuerdan con especial cariño ya que, durante su periplo como entrenador, en dos etapas distintas, consiguió clasificar al equipo varias veces para la Champions League, algo con gran mérito porque, en esa época, el club pasaba por grandes dificultades económicas.
Como seleccionador de Grecia, también consiguió, por primera vez para los helenos, la clasificación de la selección para unos octavos de final de la Copa del mundo.
Además de la conquista de la Eurocopa de 2016, Portugal, bajo la dirección de Santos, se alzó con el triunfo en la primera edición de la Liga de las Naciones de la UEFA, disputada en 2018. En esta competición, los portugueses lograron derrotar a grandes selecciones como Italia o Países Bajos en la final.
Fernando Santos, licenciado como ingeniero electrónico, aplicó todos sus conocimientos para llevar a su país hasta el Olimpo futbolístico y olvidar así todos los sinsabores de campeonatos anteriores.
Es verdad,Portugal cuna de grandes jugadores a nivel de otras naciones con currículums mejores,no había logrado encumbrarse con un entorchado internacional a la altura de sus figuras individuales y lo merecía,por otro lado y pese a su encarnizada rivalidad con España, es un país y una selección que me caen muy bien.
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