“Dicen que nunca se rinde
Himno del Sevilla F.C. del Arrebato
y el arte de su fútbol no tiene rival.
Más de cien años lleva mi equipo luchando
y abanderando el nombre de nuestra ciudad”
Normalmente aquí vengo a hablar de publicidad, que, por unos motivos u otros, me parecía interesante compartir, anuncios que han sido premiados en festivales, que nos han hecho reír, emocionarnos, viajar en el tiempo. O, incluso ¿quién sabe? a alguno le ha hecho nacer el “gusanillo” de dedicarse a la creatividad publicitaria (es duro, pero a mí me encanta mi profesión). Estos artículos, además, palabra arriba, palabra abajo, suelen contener unas mil palabras. Pero lo que ha pasado esta noche (para los que lo estéis leyendo, lo que pasó ayer)… esta copa, vale mucho más que una imagen, mil palabras o lo que queráis.
Si habéis estado leyendo mis artículos con asiduidad, os habréis dado cuenta que una de las grandes penas que tengo es que con las emociones que trae consigo y por los momentos épicos que ha vivido el Sevilla F.C., mi equipo, mi club, jamás haya sido capaz de plasmarlo en buena comunicación/publicidad. Sí, hay vídeos que a los aficionados y seguidores del club les encantan pero, claro, porque somos un público fácil (vale, yo me puedo excluir). Cuando nuestro equipo nos habla directamente a nosotros, en nuestro idioma, de lo que más amamos y muchas veces lo hace a través de nuestros ídolos, es difícil no tener el beneplácito de la gente. Como muchos dicen, difícil no tener engorilado al personal.
Pero yo siempre he ido más allá, y eso me parece el aplauso fácil, el de la bancada de un partido político donde su líder acaba de hablar. Si no le aplauden los suyos ¿quién le va a aplaudir? A mí, lo que me gustaría es que el club, al igual que lo ha hecho en lo deportivo, transcienda nuestras fronteras con su comunicación (y no me refiero a hacer una web o redes sociales en varios idiomas). Vamos, hablando en eso que tanto nos gusta tocar, hablando en plata, que le pueda gustar a un aficionado al fútbol. Pero que sea de otro equipo o aún mejor, que ese aficionado piense: “qué ca…, ojalá mi equipo hubiera hecho algo así”. Más o menos como cada vez que ganamos la Europa League, pero con anuncios.
Porque seamos sinceros, ganar el derby está bien, pero ganar al Inter de Milán en la final de la Europa League no tiene comparación, ni en alegría, ni en trascendencia, ni por supuesto en lo económico. Hablando de mil palabras, también está el asunto de esos anuncios de textos largos intentando explicar nuestro sentimiento, y no sé ustedes, pero mis sentimientos no los explican ni 1000 palabras, ni 1000 anuncios.
Porque los sentimientos no se explican, porque simplemente no tienen explicación, se tienen, se sienten, se comparten, otra cosa es que se muestren, que nos hagan revivirlo, sentirlos de nuevo o sentirlos de otra manera…
Si alguien nos hubiera visto a mi padre (65 años de socio) o a mí (30 años) viendo las semifinales contra el Manchester y la final contra el Inter en casa. O, 14 años antes, en la semifinal contra el Schalke en el Pizjuán o en la final en Eindhoven, no creo que encontrara diccionario que le brindara palabras para definir la manera en que lo vivimos (sufrimos). Yo jamás olvidaré aquel lejano 27 de abril de 2006. Cuando veía llorar como niños a todas las personas con las que me había sentado y compartido partidos, algunas pequeñas alegrías y grandes decepciones. Llorar como chiquillos de felicidad (recordándolo se me saltan las lágrimas).
Hoy he recibido felicitaciones de ciudades como Málaga, Madrid, Valencia… pero también de lugares como Colombia o Costa Rica. Y es que no hay un lugar donde haya trabajado o vivido donde no sepan que soy del Sevilla F.C. Por eso, si yo fuera hoy director creativo del club, quizás está copa me hubiera dejado (como así ha sido) sin palabras como aficionado, pero me hubiera dado la oportunidad como profesional de haber hecho durante toda esta fase final de Alemania un anuncio, antes y después, de cada partido.
Anuncios pensados para la gente cercana en el sentimiento, para los nuestros, pero también para cualquier delegado UEFA, aficionado de Boca, del Bayer, del PSV, del Club Liga Deportiva Alajuelense o del Herediano (que en su famoso himno “Ninguno pudo con él” nombra precisamente al Sevilla). Aficionados que, aunque no puedan entender lo que hemos sentido en la final de hoy, del 2016,15,14,7,6…, ni tampoco sienten nuestros colores, sí que aman el fútbol y sus colores, cada uno a su manera.
El otro día comentaba con un amigo, sevillista y redactor de esta casa, que con todo el material que hay hoy en día: las charlas del entrenador, de Monchi, los momentos de los futbolistas, antes, durante y después de cada gesta, imágenes increíbles… veo que se ha perdido una oportunidad, que yo hubiera contado una historia, sin necesariamente palabras. Hubiera creado un storytelling con un concepto, no simplemente hubiera puesto esas imágenes con música, de archivo y poco acertada, con lo importante que es la música… o la charla sin darle un contexto, incluso usando filtros de vídeo que no aportan o apoyan la historia. Yo, incluso, hubiera creado un documental de esta Europa League (en realidad de las seis). No contado por los protagonistas preguntándoles por lo que recuerdan, sino mostrando cómo lo vivieron en ese momento y quizás llamado: «Shall we dance?»
Se me acaban mis 1000 palabras y no he hablado de publicidad hecha, sino de creatividad utópica, la que a mí me gustaría ver cerrada con el escudo de mi equipo. Hace años, pero ya con el actual departamento de Marketing del club, tuve una reunión para presentar una campaña de abonados para mi querido Sevilla F.C. A todos les emocionó pero finalmente no se hizo. Y aunque aún no sé los motivos, sigo esperando que alguien la desempolve de su mail y la quiera hacer realidad. Hoy tendría el mismo o más sentido sacarla, sólo habría que cambiar el número de Europa Leagues en el texto… sigo esperando.
Pues como la esperanza nunca se pierde a seguir esperando,porque creo que está claro que esa Publicidad que guste hasta al contrario y por supuesto al aficionado a este deporte,creciente en popularidad y por ende en alcance y número a nivel mundial, está por hacer y es una asignatura pendiente para un Club modelo en otros aspectos y en un momento tan dulce como el que viene teniendo en este siglo,y no digamos ahora.A ver si alguien en el Sevilla se da cuenta.
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