100 millones de euros puso «de su bolsillo» Florentino Pérez, este verano, para fichar a Gareth Bale después de un largo culebrón que no se resolvió hasta el último instante, similar al de otras estrellas tales como Neymar o David Beckham. Un fichaje arriesgado, ya que el galés a principio de temporada presentó algunos problemas físicos que pusieron en duda la grandiosa apuesta económica del Real Madrid y la alarma en los seguidores blancos que veían como el galés podía convertirse en el nuevo caso Woodgate.
Pero nada más lejos de la realidad ya que poco a poco Gareth Bale se ha ido habituando al juego del Madrid de Ancelotti y últimamente es uno de los fijos del once titular. Junto con Cristiano y Benzema forma la famosa BBC, un tridente en la delantera al que todos los equipos temen. Sin ir más lejos su última víctima ha sido el F.C. Barcelona.
El pasado miércoles, Bale hizo un auténtico golazo en la final de la Copa del Rey frente al conjunto culé, que dio la victoria al Real Madrid por 2-1 en el minuto 85 de partido. Tras un pase de Coentrao en su propio campo, Gareth Bale inicia una galopada (cual leopardo en plena caza) por la banda derecha de 60 metros, desbordando a Bartra y a un José Manuel Pinto, que nada pudo hacer para recoger el balón de las redes de su portería. Un gol que pasará a la historia tanto por su significado como por su espectacular ejecución.