A finales de 1999 mi madre, gran lectora y que tiene el magnífico habito de regalar y aconsejar libros, me regaló el libro Fútbol las Memorias del Míster Peregrino Fernández y otros relatos de fútbol, escrito por el argentino Osvaldo Soriano. Es un libro curioso y que se divide en dos bloque bien diferenciados.
Por una parte están las conversaciones que el autor tiene con el ficticio entrenador Peregrino Fernández, residente en un geriátrico de la localidad francesa de Neuilly, y por otra los relatos futbolísticos contados por el míster. Estos relatos fueron escritos con anterioridad a las memorias de Peregrino Fernández y uno de ellos sirvió de inspiración para la película El penalti más largo del mundo.

A medida que iba escribiendo esta serie de relatos, Osvaldo Soriano se dio cuenta que el personaje que había creado tenía un gran calado y una fuerte personalidad que iban a derivar, sin duda alguna, en una novela. Pero todo se quedó tristemente en el tintero porque a su autor le sobrevino la muerte en pleno proceso de escritura a finales de enero de 1997 y el libro se publicó con lo que tenía escrito Osvaldo Soriano en el momento de su fallecimiento. Aun así, le quedó una magnífica obra, amena, entretenida y divertida por momentos.
De la parte de las Memorias hay una serie de capítulos protagonizados por el General Perón que, desde mi punto de vista, es la parte más brillante del libro. Hay uno especialmente cómico y que me provocó grandes carcajadas en el que cuenta la surrealista historia de un partido en el Congo arbitrado por el General Perón, que termina señalando un penalti indirecto y un posterior fuera de juego en esa jugada.
De la serie de relatos os recomiendo, siempre desde mi gusto personal, Maradona si, Galtieri no, en el que narra los dos goles del astro argentino a Inglaterra en el Mundial de Méjico´86, mezclado todo con la Guerra de Las Malvinas, Platini y el rival de Argentina en la Semifinal de ese campeonato, que salió del ganador del partido entre Bélgica y España, y que no hace falta recordar cómo se resolvió ese duelo, con Eloy Olaya de triste protagonista.
Hoy, en el Día Internacional del Libro, os recomiendo la lectura de este libro, con el que vais a pasar buenos ratos y viviréis en primera persona el amor de su autor por el fútbol, los anhelos de haber sido un futbolista importante y el tratamiento que le da Osvaldo Soriano a otros temas como la política, la guerra o la Historia. Espero que lo disfruten tanto como lo hice yo, hace casi veinte años, y como lo voy a volver a hacer ahora, que aunque el tango de Gardel y Le Pera diga que veinte años no son nada, seguro que descubro cosas nuevas leyendo nuevamente Las Memorias de Míster Peregrino Fernández y otros relatos de fútbol.