Llega El Clásico sin aparente interés por el campeonato de liga pero con numerosos alicientes entre los que se encuentra comprobar de primera mano y ante un rival de tronío el verdadero nivel competitivo del Barcelona de Xavi.
La tendencia de los blaugrana en los últimos encuentros ha sido sin lugar a dudas al alza. No hay que despreciar la categoría pugilística de alguno de los rivales entre los que se encontraban el Atlético de Madrid, el Valencia o el Nápoles. Sin embargo, lo de esta noche es algo diferente ya que se juntan una rivalidad histórica, un escenario motivador como pocos y un Madrid que viene henchido de autoestima tras eliminar al Paris Saint Germain la semana pasada.
Los pronósticos en este tipo de partidos suelen quedar en papel mojado, no obstante las opciones del Real Madrid, principalmente tras la baja de Benzema, pasan por lo que pueda hacer Vinicius en su emparejamiento con Dani Alves. A estas alturas todo el mundo conoce al lateral brasileño, un jugador excelente en ataque y proporcionalmente distraído en defensa.
La batalla por el mediocampo se presenta también apasionante. El trío madridista que cuenta con un excelso Modric tendrá delante el talento desbordante de Pedri junto con un Busquets que vuelve a estar en su mejor momento y un De Jong que comienza a aportar desde segunda línea.
Y a diferencia de lo que sucedió en la ida, esta vez el Barsa sí que contará con una delantera que se acerca a lo que se espera en un equipo de primer nivel. Entre los tres que parten de salida destaca un Dembélé que tiene regularidad gracias a la ausencia de lesiones y que guste a o no a una parte de la afición es el jugador más diferencial (junto con Pedri) con el que cuenta la plantilla culé.
De nuevo un Clásico. De nuevo el partido por antonomasia de nuestro fútbol y emblema de una Liga que lucha por cerrar la brecha cada vez más amplia que ha abierto la Premier League inglesa. Un enfrentamiento como termómetro de el momento de forma de unos y de las aspiraciones futuras de otros. Un Clásico donde esperemos disfrutar de un espectáculo a la altura del fútbol español.
A toro pasado,que es cuando hago el comentario,se ha podido apreciar el baño recibido por el Madrid y la superioridad del planteamiento de Xavi,independientemente de la ausencia de Benzema,que podría explicar, en parte, la falta de contundencia del Madrid,pero no la tremenda diferencia de un equipo sobre otro.Queda como sabemos el último tramo de la Liga,cuando se decide la clasificación final,y no creo que la diferencia de 12 puntos le permita al Barsa conseguirla,pero puede darle una cierta emoción que había perdido con el descuelgue del Sevilla en la hipotética lucha.
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