Es por todos bien sabido que el fútbol en Alemania cuenta con un claro dominador desde los años 70, el Bayern de Munich. Los bávaros mantienen tal idilio con la Bundesliga que sorprenden las pocas ocasiones en las que los del Allianz no han arrasado con la clasificación. De hecho, en el siglo actual, de las 23 ediciones que se han celebrado del torneo doméstico, hasta en 17 de ellas ha sido un jugador muniqués quien ha levantado la copa dorada. Sólo cuatro clubes más, Werder Bremen, Stuttgart, Wolfsburgo y, sobre todo, Borussia Dortmund, el único que ha ganado más de una vez (3), han sido capaces de derrocar a los rojos.
Ha de reconocerse que se trata de un dato apabullante, pero el que provoca estas líneas es todavía un récord mayor. Porque el pasado fin de semana, el Bayern se ha proclamado campeón de la Bundesliga por décima vez consecutiva. Con ello, deja atrás los nueve entorchados seguidos cosechados por la Juventus entre 2021 y 2020 y se convierte, por tanto, en el primer club de una de las grandes ligas en llegar a una cifra tan redonda. Cierto es que hay latitudes en las que esta marca aumenta, pero no creemos que los casos de Tafea en Vanuatu (15) o el Skonto en Letonia (14) puedan ser comparables.
Diez campeonatos seguidos son muchos y suponen un largo recorrido hasta el 23 de abril de 2022. Por ello, en este artículo vamos a repasar, desde los banquillos, la decena de triunfos que ha encumbrado al Bayern como uno de los mejores equipos europeos y mundiales de todos los tiempos.
Juup, contigo empezó todo
Posiblemente Juup Heynckes sea el entrenador más infravalorado de las últimas décadas. Quizás no cuente con el carisma o la imagen de exponentes de hornadas posteriores como Klopp o Mourinho, pero el curriculum del de Mönchengladbach no miente. Cogió al Bayern tras el irregular paso de Louis Van Gaal por el banquillo bávaro, que en su última temporada no había podido triunfar ni en el torneo local ni en Europa. Ya en su primer curso, 2011-12, los de Heynckes consiguen disputar (y perder) toda una final de Champions. Pero sería en su segundo año cuando cosecharía un triplete histórico ganado su segunda orejona, la Supercopa alemana y la Bundesliga que abriría esta enorme racha.

Tras el apabullante éxito de 2013, Heynckes decidió retirarse de los banquillos. Sin embargo, tanto le tiran los colores que no pudo negarse a una cuarta etapa muniquesa en 2017. Como “un acto de amistad” definió el entrenador su vuelta al Allianz como sustituto de Carlo Ancelotti. El técnico regaló una nueva Bundesliga a los bávaros, a los que llevó a semifinales de Champions League comandados por el talento irregular de James Rodríguez, recién cedido por el Real Madrid. Con el título bajo el brazo, ya en 2018, el bueno de Juup decidió (volver a) retirarse.
La era Guardiola
El bienio Heynckes y su presunta jubilación abría una nueva etapa en el banquillo bávaro. Los dirigentes alemanes sabían de la importancia de contar con un nuevo proyecto en todas sus vertientes. De ahí que el elegido fuese Pep Guardiola, que venía de maravillar a propios y extraños con el mejor Barça de la historia. La experiencia se prolongó durante tres años en los que el Bayern no tuvo rival en la Bundesliga. Parecía que la cuestión se centraba en el número de jornadas de antelación con las que se campeonaría.
Sin embargo, los tres cursos comandados por el de Santpedor desde el banquillo fueron el germen de la maldición que le ha impedido ganar ninguna Champions League desde que abandonara Barcelona. Tres semifinales fue el bagaje de los muniqueses con el catalán en el banquillo. El azar quiso que el verdugo en las tres ocasiones fuese un equipo español: Real Madrid en 2014, Barcelona en 2015 y Atlético de Madrid en 2016. En resumen, el Bayern de Guardiola jugaba muy bien pero no le dio para ganar la ansiada orejona.
Los efímeros: Carletto y Kovac
Después de que Guardiola abandonara Munich en busca de nuevos retos, la planta noble bávara decidió repetir fórmula con Carlo Ancelotti, que también firmó para un proyecto de tres años. El italiano venía de un brillante paso por el Real Madrid, el cual refrendó en una buena primera temporada en el Allianz, Bundesliga incluida. Sin embargo, Carletto, al igual que le pasara a Guardiola, tampoco supo dar con la clave en territorio europeo. En su primer curso, el 2016-17, el Bayern fue eliminado en cuartos por el Real Madrid. Pero peor sería el siguiente, en el que un 3-0 frente el Paris Saint-Germain en el segundo partido de la fase de grupos provocaría su cese.
Caso muy parecido es el que protagonizó Niko Kovac luego de la retirada de Heynckes en 2018. El croata venía de sorprender con un gran Eintracht de Frankfurt en su primera experiencia en los banquillos. Y la primera temporada cumplió, al menos en lo doméstico, consiguiendo la séptima Bundesliga consecutiva. Sin embargo, el equipo quedó eliminado en octavos de Champions, toda una afrenta para un club como el Bayern. En el curso siguiente, los bávaros comenzaron mal la liga y un 5-1 endosado por el Eintracht fue el detonante de la destitución de Kovac.
Flick, de la interinidad a la gloria
Hansi Flick llegaba al banquillo del Allianz Arena con el objetivo de revertir la situación sufrida por el Bayern en los primeros partidos de Bundesliga. Una meta que logró superar con creces, convirtiendo a los bávaros, en fase de transición por las marchas de Rafinha, Robben y Ribéry, en una apisonadora tanto de juego como de resultados. Primero la Bundesliga, luego la Copa y más tarde, la sexta Champions League de la historia muniquesa, la primera en la que un equipo gana todos los encuentros, incluido el inolvidable 8-2 al Barça. Un sextete que remató el año siguiente con la consecución de las dos Supercopas, alemana y europea, así como del Mundial de Clubes. Un 2019-20 para enmarcar… y en plena pandemia.

En el curso siguiente los bávaros acusaron físicamente el cansancio de una temporada que empezaba prácticamente después de la anterior debido a los retrasos de la pandemia. Este hecho no les impidió obtener la novena Bundesliga consecutiva, aunque sí les repercutiese en la Liga de Campeones. El Paris Saint-Germain fue el verdugo de los alemanes en cuartos de final por una regla, la del valor doble de los goles visitantes en caso de empate, ya derogada. Fue entonces cuando Flick hizo caso a los cantos de sirena de la federación y decidió cambiar el Bayern por la selección alemana.
Una nueva era
La época actual en el Bayern de Munich viene marcada por otro récord. Y es que Julian Nagelsmann se convirtió el pasado verano en el entrenador con el fichaje más caro del mundo. Hasta 25 millones de euros tuvo que desembolsar el club bávaro para hacerse con los servicios de un técnico que venía de maravillar con el modesto RB Leipzig. Dos pódiums y una semifinal de Champions con los toros rojos eran la carta de presentación de un técnico de apenas 34 años (Neuer es mayor que él).
En su primer año ha sido capaz de ganar la Bundesliga a falta de tres jornadas para el final y conseguir así el descomunal récord que justifica estas líneas. No tan bien le fue en Champions League, donde cayó eliminado por un sorprendente Villarreal. Sin embargo, en el Bayern con el excentral cuentan con entrenador para largo, dada su juventud, por lo que se espera que sepa volver a la senda del triunfo en próximas ediciones de la Champions League. O al menos que siga sumando para la racha más apabullante de la historia de las grandes ligas.
El palmarés del Bayern es impresionante sobre todo en la competición doméstica,ha demostrado su supremacia en ella pero no en Europa,al menos en un nivel tan apabullante y claro,y es que el fútbol alemán adolece todavía de ciertas carencias que lo impiden.No estoy capacitado para explicar esas carencias ni analizar las razones técnicas,psicológicas o de cualquier otra índole pero es indudable que las hay,espero que quien las conozca pueda exponerlas en un próximo artículo.
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