Una vez más. Dos de los más grandes rivales de Europa se enfrentan por un billete en la gran final. Se conocen, respetan y temen. Mucho fútbol en ambos equipos, muchos goles y orejonas levantadas. No es un partido más. Muchas polémicas y grandes momentos para la competición.
Elementos comunes que parecen vivir en el aire antes de caer sobre el terreno de juego. Da igual unos octavos de final que unas semifinales. Están ahí: el juego extremo, tensión, declaraciones provocadoras, polémicas…
Año 2002. Una derrota del equipo merengue en suelo alemán por 2 a 1. Las declaraciones de algunos jugadores del Bayern fue mejor que cualquier arenga de Del Bosque para la vuelta.
Salihamidžić: «El Madrid se caga en los pantalones« y Oliver Kahn: «Graban anuncios, se exhiben, pero no juegan al fútbol» junto a «No me meterán dos goles en la vuelta«.
Partido muy serio en el Bernabéu, quedaban unos quince minutos y aún no se movía el marcador. Tensión máxima, pero el estadio apoyando al equipo. Sucedió. Helguera y Guti dieron la vuelta a aquella eliminatoria.
Con Fabio Capello dirigiendo aquella liga milagrosa blanca del clavo ardiendo hubo de todo. El resto de la temporada, mejor olvidar. Juego muy pobre. Más corazón que idea de juego.
Ganó el Madrid con un insuficiente 3 a 2 en la ida de octavos. Un encuentro la vuelta con bastante polémica. Nadie entendió al entrenador italiano al dejar en un partido tan importante a Guti en el banquillo. Más cuando necesitaba de heroica al encajar el gol más rápido de la Champions a los diez segundos de partido.
La temporada 2011-2012 será recordada como la de «aquellos balones que no quisieron entrar». Aquel balón de Sergio Ramos a la luna en la tanda de penaltis fue carne viral en redes sociales mucho tiempo. Victoria alemana en la ida de semifinales 2 a 1.
En el Bernabeú olía a remontada, el Madrid llegó a ponerse 2 a 0. Un gol de Robben condenaba a la prórroga. Kaká, Cristiano y Sergio fallaron sus lanzamientos desde los once metros. De nada sirvió que Casillas parase dos.
La ansiada décima de Ancelotti llegaba en 2014. El Bayern era el vigente campeón y estaba entrenado por Guardiola, todo un especialista en amargar al Madrid. Semifinales y la ida en España. Benzema ponía el 1 a 0 a favor de los blancos.
Con esa ventaja debían viajar hacia Alemania, terreno nunca conquistado por el equipo blanco. La vuelta fue un recital merengue con el histórico 0 a 4. Para la memoria, las declaraciones antes del encuentro del Presidente del Bayern «En Múnich se van a quemar hasta los árboles».
Aunque cabe indicar que en el año 2000, en la liguilla de octavos, el equipo merengue recibió tanto a la ida y a la vuelta un baño. Dominio absoluto alemán, el Madrid recibió un total de ocho goles entre los dos partidos. Aunque tuvo final feliz aquel año, ganando el equipo dirigido por Del Bosque la Octava Copa de Europa frente al Valencia.
Nunca sabes que ofrecerá al fútbol este encuentro. Esta vez, el hombre que guió al Madrid a su séptima Copa de Europa contra el hombre que ha hecho ganar dos veces seguidas a los blancos la máxima competición del continente desde que es su entrenador. Además de otra como jugador con un gol inolvidable en Glasgow. Hagan sus apuestas. La emoción está servida .