Hay un club en Argentina cuyos colores blanco y azul son en honor a la bandera de la patria que lo vio nacer. Hablamos de “la academia”. Hablamos de Racing Club de Avellaneda.
En el país del tango, el simple hecho de mencionar la palabra fútbol llama la atención de cualquier viandante que se encuentre cerca, provocando de manera instantánea un espontáneo debate que va más allá de lo que cualquiera de nosotros podría imaginar. Y es que en la tierra de los dioses, uno pretérito y otro presente, decir fútbol es decirlo todo.
Me sentí una privilegiada por haber podido capturar el momento. Fue tan espontáneo y humano como se ve. Y para mí, el fiel reflejo del sentimiento racinguista, mucho más que cualquier copa, que cualquier festejo de campeonato. Racing es esto. Es pasión.»
María Clara Méndez
Con 112 años de existencia, Racing Club de Avellaneda forma parte del selecto grupo de cinco equipos denominados comúnmente como “los cinco grandes”: Boca Juniors, River Plate, Independiente, San Lorenzo de Almagro y el propio Racing. Se trata por tanto de algo más que un simple equipo de fútbol.
13 años, desde aquel apertura de 2001, llevaban sus aficionados esperando el momento que finalmente el 14 de diciembre de 2014, frente a Godoy y frente a los más de 60.000 hinchas que poblaban las gradas del estadio Presidente Perón, sucedió.
Por suerte para la historia de este deporte, allí también se encontraba la fotógrafa Maria Clara Méndez quien supo captar un momento que resume qué significa ser de Racing. Un recuerdo de ese nieto que por fin le pudo decir a su abuelo: “te lo dije nono…te dije que íbamos a campeonar”.
