Dice Rubén Blades en su canción «Pedro Navaja» que la vida te da sorpresas y habría que añadirle que la Liga también te las da. Porque en esta jornada se ha producido una de esas victorias sorprendentes e inesperadas. El protagonista es, como ya sabrán, el Málaga Club de Fútbol.
Y es que todos suponíamos que el F.C. Barcelona vencería a los andaluces en el Camp Nou y le trasladaría al Real Madrid toda la presión habida y por haber al adelantarle en la clasificación, siempre a expensas de lo que sucediera en el Martínez Valero de Elche. Pero lo que ocurrió fue muy distinto a lo esperado. A los siete minutos del partido entre barcelonistas y malaguistas, los visitantes se adelantaron en el marcador al aprovechar Juanmi un error garrafal de Dani Alves.
Con casi todo el partido por delante, era de esperar una remontada blaugrana. Sin embargo, los de Luis Enrique fueron incapaces de voltear el resultado y, lo que es más preocupante, volvieron a realizar un partido malo, distinto a lo que últimamente nos tenían acostumbrados. Un detalle que clarifica lo que ocurrió el sábado en la ciudad Condal es el hecho de que el Barça realizó su único disparo a portería, en toda la segunda mitad, en el minuto 92 de encuentro.
Así que la presión presupuesta se convirtió en oportunidad de oro para que el Real Madrid pusiera más puntos de por medio entre el primero y el segundo de la Liga. Y claro, los merengues no la han desaprovechado. No sé si se ha debido a este motivo o a otros factores, pero el caso es que los de Ancelotti cuajaron un buen partido en Elche. Vencieron con comodidad, bajo la dirección magistral y preciosa de Isco. El malagueño es un jugador espectacular.
El tercero en esta lucha por el campeonato de Liga solventó casi sin despeinarse su partido frente a la U.D. Almería. Al Atlético de Madrid le bastó con una primera mitad intensa y contundente para vencer plácidamente por 3-0 y acercarse a la segunda plaza y de paso advertir al líder que no van a bajar la guardia pese a la distancia que han de recuperar.
Ahora que ha vuelto la Champions League, se aumenta la exigencia física y mental para los equipos que la disputan. Es, hasta cierto punto, lógico que se den este tipo de resultados inesperados pero, no por ello, dejan de ser sorprendentes. En esta ocasión, el damnificado ha sido el F.C. Barcelona pero mal harían Real Madrid y Atlético de Madrid en celebrar este traspiés. Ya saben, cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.