Sinceramente esperaba más. No tanto del Atlético, que hizo lo prometido a base de garra y sacrificio, sino del Barça sobre todo teniendo en cuenta la exhibición del pasado fin de semana y posterior proclama en zona mixta sobre la recuperación de los automatismos perdidos.
Será el campo seco, el inicio de temporada o la defensa atlética emulando a la de espartanos en el paso de las Termópilas. Será todo eso o nada, pero el caso es que la imagen del equipo blaugrana no fue buena. Es más, me atrevería a decir que hasta cierto punto fue preocupante.

Por momentos se vieron defectos de la temporada pasada que el Domingo parecían haberse borrado de un plumazo. Faltó intensidad y precisión en el pase en general y hubo varios jugadores que mostraron su peor versión.
Gerardo Martino tiene trabajo por delante, habrá de manejar la plantilla en toda su extensión poniendo sobre el campo a aquellos jugadores se en encuentren en mejor forma y no a nombres sinónimo de éxitos ya pasados.
Es pronto para saber si lo sucedido contra el Levante es un verdadero cambio de tendencia o por el contrario fue más un sueño de una noche de verano…
El Atlético maniató al Barcelona durante 60 minutos. Si hubiera expulsado a Busquets otro gallo hubiera cantado pero como siempre hay que barrer para los grandes. De todas formas en el partido de vuelta tenemos nuestra opciones. El Barsa se volcará y en una contra sentenciamos…si el árbitro nos deja claro.
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