En Bootle, en el condado metropolitano del Merseyside, a menos de tres millas al norte del estadio de Anfield, nació tal día como hoy de hace cuarenta y ocho años el protagonista de este artículo. Un futbolista que desarrolló su carrera desde 1990 hasta 2005, que defendió la camiseta de tres equipos, que con su selección disputó un Mundial y dos Eurocopas y que logró anotar un gol en una final de la Liga de Campeones. Ese jugador es Steve McManaman.
El centrocampista británico debutó con el Liverpool FC en la temporada 1990/1991 con tan solo dieciocho años y fue uno de los pilares más importantes de su equipo durante la década de los noventa. La campaña siguiente a la de su debut fue la de la consagración de Steve McManaman con los de Anfield. El inglés se convirtió en un habitual de las alineaciones y culminó esa temporada con el título de la FA Cup, siendo nombrado mejor jugador de una final en la que el Liverpool FC se impuso por dos goles a cero al Sunderland AFC.

En otra Final, pero de la EFL Cup en la temporada 1994/1995, McManaman fue decisivo, al lograr los dos goles de su equipo ante el Bolton Wanderers FC, obteniendo su segundo y último título con el Liverpool FC. A Macca le pasó como a tantos otros futbolistas históricos del club rojo (Robbie Fowler, Michael Owen, Steve Gerrard…): que no pudieron ganar la Premier League. Ese título se le resiste a The Reds desde 1990, pero esa sequía concluirá en breve, salvo una hecatombe de proporciones bíblicas. Tras la temporada 1998/1999 y después de haber disputado trescientos sesenta y cuatro partidos con el Liverpool FC en los que anotó sesenta y seis goles, nuestro protagonista de hoy dejó el club inglés para recalar en el Real Madrid CF.
En su primera campaña como madridista fue clave la llegada de Vicente del Bosque al banquillo blanco. Con el técnico salmantino tuvo muchas más oportunidades que con John Benjamin Toshack, convirtiéndose en titular indiscutible y logrando el segundo gol de la final de Liga de Campeones que su equipo le ganó al Valencia CF. En las siguientes tres temporadas su papel cambió, adoptando el rol de primera opción de recambio. Vivió un momento importante en el Camp Nou, en la ida de las semifinales de Champions, donde logró el 0-2 que dejaba muy encarrilado el pase a la gran final, que terminaría ganando su equipo frente al Bayer Leverkusen.
Sus números con los del Santiago Bernabéu fueron bastante aceptables: ciento cincuenta y seis partidos y dieciséis goles. El palmarés logrado no estuvo mal: dos Ligas (2000/01 y 2002/03), dos Supercopas de España (2001 y 2003), dos Ligas de Campeones (1999/00 y 2001/02), una Supercopa de Europa (2002) y una Copa Intercontinental (2002).

Tras acabar su contrato con el Real Madrid CF, fichó por el Manchester City FC, pero su paso por The Cityzens fue casi testimonial, disputando treinta partidos en su primera temporada y solo trece en su segunda, al término de la cual, decidió colgar las botas. Fue internacional con Inglaterra en treinta y siete ocasiones, anotando tres goles. Su juego destacaba por su potencia, su buen manejo de las dos piernas, un gran despliegue físico y su polivalencia, pudiendo adaptarse a cualquier posición del centro del campo sin dificultad alguna.