Aquel Barça de la temporada 2008-2009 alcanzó un nivel de perfección que cualquier comparación siempre queda corta. Se convirtió en la única referencia posible para cualquier inquilino del banquillo del Camp Nou, incluyendo al mismo Guardiola. Pero en su intento de superarse a sí mismo Pep no terminó de acertar. Y Tito no lo ha sabido remediar. Viendo la última temporada, podríamos decir que ciertas actitudes y ciertos comportamientos son malas consecuencias de aquel gran éxito.
Guardiola, nada más llegar, otorgó máximos poderes a Xavi e Iniesta. De esta manera logró crear una máquina de fútbol de un calibre inimaginable. Pero como entrenador tiene la obligación de ser ambicioso y de perfeccionar sus creaciones. Así, para la siguiente temporada, retocó su esquema con la incorporación de Ibrahimovic y Pedro en lugar de Eto’o y Henry, quedándose Messi como único superviviente de la delantera del 2 a 6.
Por supuesto, el argentino ya estaba considerado como el mejor del mundo. Por eso, cuando las cosas empezaron a fallar, fue Ibra el sacrificado y Messi empezó a ocupar un lugar en el campo que nunca antes había ocupado, el frente del ataque, y se le llamó falso nueve.
¿En qué consiste el falso nueve? Pues no es más que un delantero centro que se descuelga para arrastrar a los centrales, creando así un espacio. Y es que el resto de equipos comenzaban a saber defenderse ante el Barça. Esta variante de juego logró grandes resultados en la siguiente temporada, con Villa entrando desde la izquierda. Messi colaboró con 19 asistencias, aparte de más de una treintena de goles.
El hecho de que Messi bajara a recibir el balón al centro hizo que la influencia de Xavi en el juego de ataque fuera cada vez menor. Y junto a esto, con tal de no perder la increíble capacidad goleadora del argentino, los acompañantes de Messi dejaron de ser finalizadores para convertirse en meros acompañantes y apoyos.

Como consecuencia, el Barça ha perdido capacidad rematadora y goleadora colectiva, y se ha dedicado a trabajar para que Messi pueda decidir. Un único jugador, por gran jugador que sea, no puede monopolizar el juego de un equipo. Y eso es lo que ha hecho el argentino en los últimos dos años, con extraordinarias marcas personales, pero discretas marcas colectivas.
El Barça no puede permitir que su juego dependa de un único jugador. Pero no creo que la solución sea la incorporación de Neymar, quien posee las mismas características que Messi, pero en versión brasileña. Y es que no veo nada claro este fichaje. Y mucho menos si viene, como se ha dicho, a ayudar a que Messi siga siendo el mejor o para quitarle presión o para descargarle del trabajo de llevar al Barça a sus espaldas, porque me parece un insulto a jugadores que son Campeones del Mundo y de Europa.
No creo que Neymar sea lo que necesite el Barça. Yo me decanto por una revisión del sistema y sobre todo por una revisión de la jerarquía en la creación del juego del equipo. Reivindico la vuelta de un estilo y una forma de entender el fútbol basado en la colectividad y en la creación desde el centro del campo, en el toque y en la precisión, en busca del espacio tras las defensas, en la incorporación desde segunda línea, en la velocidad, en la presión desde la delantera y en el espíritu de sacrificio por un bien común que trasciende a la gloria de uno o dos jugadores. Iniesta sabía bien lo que era aquel Barça que tanto ha cambiado en tan poco tiempo.
Creo que los problemas del Barça (sobretodo de enero a esta parte) vienen por la falta de intensidad, provocada por la poca motivación y reflejada en la falta de presión. Por supuesto hay otros factores tácticos que deben de arreglarse, como las transiciones defensivas, los balones perdidos en el centro del campo, la falta de recursos aéreos en jugadas a balón parado, etc. Pero en mi opinión, la falta de intensidad ha sido clave esta temporada.
Si pasamos a la forma de jugar, del Barça que jugaba para Xavi e Iniesta ayudado por Messi, al Barça que juega para Messi ayudado por Xavi e Iniesta, nos damos cuenta que antes jugábamos con más posesión, madurando jugadas hasta cansar al rival y que este abriera espacios, y ahora jugamos más verticalmente, sin tanta maduración y con menos espacios.
Hay que encontrar un punto medio, o que se incline un poco hacia la maduración de la jugada en el centro del campo. Y pienso que debemos empezar cuanto antes con el recambio generacional; hay que buscar al sustituto de Xavi, por muy mal que suene eso.
Pero yo todo eso lo resumo (y vuelvo a decir) en falta de intensidad. Hay que motivarse, espabilarse. Y quizá la llegada de Neymar sirva para darle una «colleja» a los que estaban medio dormidos.
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De nuevo, muchas gracias y qué viva el fútbol!!
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Estadísticamente, el nivel de recuperación de balones en todas las líneas es muy alto, por lo que el nivel de presión debe ser constante, pero se puede comprobar que el único jugador libre de esa función es Messi. Siendo el delantero que más ha jugado, es el delantero que menos balones ha recuperado, incluso por debajo de Tello. Es justo decir que quien ocupa el centro del frente de ataque siempre muestra un nivel de recuperación de balones menor, pero la diferencia existente entre éste y los delanteros de banda en los dos últimos años ha sido muy, muy exagerada. Y me temo que la llegada de Neymar haga que sean entonces dos jugadores sobre el campo quienes estén libres de recuperar balones.
¿Qué pasará entonces? Yo creo que la llegada de Neymar implica un cambio de sistema de juego que Tito debe descubrir. No se puede dejar una delantera de fantasía descubriendo el mediocampo. Este año, con la llegada de un lateral como Alba, ya se debilitó la línea de defensa. La introducción de un jugador como Song al centro del campo podría compensar este hecho. Es más, la introducción de un tercer central quitando a un delantero, siguiendo el esquema de la Juventus, sería mejor solución, ya que no se renunciaría a un centrocampista creativo y además los carrileros tendrían las espaldas resguardadas.
En cualquier caso, Tito debe plantearse muchas cosas de aquí a agosto y no debe tener miedo a tocar según qué vacas sagradas y su función en el campo.
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Me gusta tu opción de meter a Song, pero no veo necesario renunciar a un centrocampista creativo. Una pareja Busquets-Song, con el último un poco más adelantado y jugando más el balón, acompañados por delante de Xavi e Iniesta y por delante de estos Messi y Neymar. Osea, un 4-2-2-2. Cierto es que con ese planteamiento necesitarías a dos laterales largos (Alves y Alba), y cierta capacidad defensiva Xavi e Iniesta para compensar.
Es un poco extraño, lo sé. Pero me quedo con tu propuesta de introducir a Song.
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Cierto!
No sé cómo no se me había ocurrido. Un 4-2-2-2 con Song de doble pivote podría ser la solución más equilibrada y la más versátil, pudiendo cambiar a un 4-3-3 si la situación lo requiere.
Espero que este año se eche más mano de Song, al que considero un jugador que puede aportar mucho más de lo que parece. Aparte de músculo, recordemos que en su última temporada en el Arsenal llegó a dar 14 asistencias de gol.
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Yo creo que Song puede aportar mucho al Barcelona. Aparte de su físico, que en el centro del campo culé se agradece, puede asistir en bastantes ocasiones, como bien has dicho. También pueden ser una opción goleadora sus tiros desde fuera del área, y aprovechando su altura puede servir a la hora de rematar.
Creo que el Barça hizo buen fichaje, quizá un poco caro, pero eso al fin y al cabo es lo de menos. Puede aportar fútbol al Barça y, si no se cuenta con el como titular, es un recambio que aporta seguridad.
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