Soy seguidor del Real Murcia. Después de vivir en varios lugares, volví a Murcia pudiendo a abonarme de nuevo al club grana en la temporada 2009/2010. En febrero de 2009 el club presentó concurso de acreedores habiéndose dado en los dos últimos años noticias más que alarmantes sobre su futuro: Diario Marca 06.03.2014 «S. O. S. en el Real Murcia.
La Seguridad Social pidió la disolución del club por la deuda que arrastra»; Murciaeconomia.com 01.08.2014 «La Liga se carga al Murcia… el club propiedad de Jesus Samper queda al borde de la desaparición«; Diario La Opinión 20.01.2015 «La liquidación en el horizonte».
La fecha de la junta general de accionistas del Real Murcia será el próximo 19 de febrero. Una fecha que puede entrar en la historia negra del club grana como el día que se tomó la decisión de liquidar a la centenaria entidad.

Se habla mucho del negocio del fútbol, de cuánto dinero se ingresa por los derechos televisivos… No puede desconocerse que hoy en día muchos clubs no son viables económicamente por la simple razón de que presentan muchos más gastos que ingresos. Si uno de estos equipos de fútbol con difícil situación económica fuera una empresa cualquiera, en la mayoría de los casos se entendería adecuado poner fin a su actividad. Sin embargo, un equipo de fútbol no es un simple negocio: existen aficionados, sentimientos y años de historia.
No quiero ni considerar la posibilidad de que el equipo al que he seguido desde que tengo uso de razón, el Real Murcia, pudiera desaparecer. Sin embargo, no puede obviarse la difícil tesitura por la que pasa el club. La actual situación del equipo grana me hace pensar que algo tiene que cambiar en la gestión de los equipos de fútbol: es necesario un cambio que ponga fin a la desaparición de clubs históricos como el CD Logroñés, UD Salamanca o el CD Málaga, sin embargo, no soy capaz de describir en qué debe consistir dicho cambio.
¿Qué debe cambiar en el fútbol español para que los equipos resulten viables económicamente?
Simple pregunta con una difícil respuesta.