Los primeros recuerdos futbolísticos que tengo son tibios. De muy pequeño, no sé muy bien quién ni por qué, me regalaron una camiseta de la Real Sociedad. Recuerdo que era una de esas camisetas de tela de esa época -estoy hablando de primeros de los setenta-, y que mi madre terminó haciendo trapos de cocina con ella (era, quizás, ¿su justo destino?).
Pero no recuerdo haber contestado nunca a la pregunta «¿de qué equipo eres?» con otra respuesta que no fuera del Athletic de Bilbao. Claro, esta frase la podrían suscribir cientos de miles de aficionados rojiblancos, incluso millones. Pero existe una particularidad: que yo soy de Toledo y vivo en Toledo. Al día de hoy, de vez en cuando, sigo teniendo que dar explicaciones de por qué me gusta el Athletic y no el Real Madrid o el Atlético de Madrid. Por un tema geográfico, deduzco, las opciones que me ofrecen siempre son las mismas.
Pero esa se me antoja una buena pregunta. ¿Por qué soy del Athletic? Mi padre (que también es del Ahtletic) no me calentó demasiado la cabeza. Al menos, yo no lo recuerdo así. Y si lo hizo, fue muy sibilinamente. Así las cosas, prefiero echar las culpas a Zubizarreta, Urquiaga, Liceranzu, Goikoetxea; Urtubi, De Andrés (el hombre más elegante del fútbol español, el hombre que juega con smoking, Héctor del Mar dixit…), Sola; Dani, Sarabia y Argote. Supongo que porque tuve la suerte de coincidir con el Athletic de Clemente (que digan lo que digan, jugaba muy bien al fútbol), que me hizo sentir la alegría de ganar dos Ligas consecutivas (¿cuándo me veré en otra?).
Recuerdo con claridad cuando llegaban los lunes, y en función de los resultados, me iba a buscar a los madridistas, o por el contrario, me escondía para evitar que me chincharan. En esas Ligas se cimentó mi afición. Y luego, ya sabéis, es más fácil cambiar de pareja, incluso de partido político, que de equipo de fútbol. Me he plantado en los cuarenta y tantos siguiendo a mi Athletic con tanta o más pasión que antes.

Cuando Antonio Ros contactó conmigo para ofrecerme participar en TresCuatroTres, no me lo pensé dos veces. No es que me sobre mucho tiempo, como a todos vosotros, supongo, pero digo yo que seré capaz de encontrarlo para escribir o bien de mi Athletic o bien del fútbol, que también me gusta y mucho…
¿Qué es lo que os encontraréis en mis textos? En cualquier caso, espero ser capaz de situarme en las antípodas de este nuevo periodismo que han popularizado los hooli-periodistas, del estilo de Tomás Roncero, Emilio Pérez de Rozas, Siro López, etc… Espero ser capaz de acercarme a la realidad del Athletic de Bilbao sin perder el Norte, sin dejarme llevar por las emociones más encendidas. Esperando cumplir con este mi primer objetivo (de falsa objetividad), aquí hallaréis ironía, sentido del humor, análisis honestos (me gustarÌa que fueran profundos, pero eso ya es pedir mucho) y opiniones sentidas. Creo poder afirmar que no me caso con nadie, por mucho que me guste un equipo, y espero ser capaz de llevar esta máxima hasta las últimas consecuencias.
Para mi es un verdadero placer poder escribir unas cuantas veces a la semana de fútbol y del Athletic, y hacerlo en este marco tan brillante y esperanzador como es TresCuatroTres. Como se dice siempre en estos casos, sed clementes con mis errores, que los habrá, a buen seguro, y piadosos con las opiniones más disparatadas; y críticos con todo aquello que no os guste. La única forma de mejorar la web y de mejorar uno mismo es con críticas constructivas. Opinad, opinad, opinad… No me deis la razón como a los tontos (bueno, de vez en cuando, no estaría mal, pero sin abusar…) y escribid, debatid, discutid, en el sentido más filosófico y helénico del término. Eso es lo que espero que sean mis artículos: un punto de encuentro de aficionados al fútbol que interactuen con este pobre y humilde escritor.
Atentamente, os espero.