Esta semana es clave en el futuro de Cataluña. Artur Mas y sus colegas han decidido convocar un referéndum, consulta, o como quiera que lo etiqueten para la independencia de la comunidad este mismo sábado. Por tanto, y ya llevamos meses, el foco de actualidad más deslumbrante durante la semana estará puesto en este territorio. Pero aquí no hablamos de política, sino de las consecuencias que la separación de Cataluña podría acarrear en el deporte rey.
Para ello, hay que acudir a los que saben, a los miembros de la Liga y la Federación. Estos han expresado por activa y por pasiva que una Cataluña independiente no tendría sitio en las competiciones españolas. Sí disfruta de una excepción Andorra, pero recordemos que se trata de un país con soberanía compartida y que además, salvo el decano F.C. Andorra, el resto de los clubes prefieren disputar la liga doméstica. Una competición que otorga el pase a las rondas previas de Champions y Europa League.
Habiéndose confirmado que Barça y Espanyol, entre muchos otros, disputarían su propia liga, la mirada se dirige al asunto que nos ocupa: La Selección. A lo largo de la historia del fútbol, los caprichos geopolíticos han provocado casos curiosos de todo tipo. Jugadores que compiten con dos o más selecciones, equipos unificados, rivalidades bélicas… Todo cambio a tal escala produce curiosidad en el espectador, y aunque la historia ya se haya repetido, muchos se preguntan qué pasaría con la Selección Española.
En principio, los jugadores tendrían la opción de decidir su continuidad en La Roja. O bien, incorporarse a una nueva selección nacional, la de Cataluña. Si nos atenemos a la última convocatoria del preparador catalán, Gerard, el bloque estaría copado por culés y pericos.
Del Barça, fijos serían Piqué, Montoya, Bartra, Alba, Busquets, Tello, Sergi Roberto, todos internacionales con la roja o la sub21. Kiko Casilla, ya internacional, sería el meta titular, si Valdés no vuelve por sus fueros. La defensa y el timón pintan blaugranas. Pero en la delantera, parcela libre de catalanes en el Barça, se abriría la baraja. Quizás ocuparían las bandas dos sevillistas, Aleix Vidal y Deulofeu, dejando en punta a Sergio García. Tampoco hay que olvidar el papel que puedan jugar Cesc, Oriol Riera o Piti.

Pero, ¿y si invirtiéramos el proceso? ¿Y si nos imagináramos una selección yugoslava en el día de hoy? En el caso plavi, hay que empezar aclarando que comprendía los actuales países de Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia y Kosovo, por lo que las posibilidades son infinitas.
La portería sería la máxima (y única) aportación de Eslovenia a esta Yugoslavia, ya que parece que el colchonero Oblak y el interista Handanovic están por encima del resto. Y ya es mucho si lo comparamos con el escaso potencial del Kosovo o de Macedonia, que ha hecho internacional al hijo de Boban Babunski con 20 años y no es ni titular en el Barça B.
Así que la defensa estaría compuesta por el incombustible Srna y Kolarov en los laterales, y para el eje hay múltiples opciones. Los serbios Ivanovic y Vidic parten con ventaja, pero no se puede descartar a los montenegrinos Basa y Savic o al croata Lovren, muy en forma en Liverpool. El centro del campo ha de ser croata, ya que nadie discutiría la calidad de Modric y Rakitic. El bosnio Miralem Pjanic jugaría titular en una banda, puesto que la otra sería para el serbio Matic.
Y delante, overbooking. Habría tortas por los puestos de ataque de esta selección entre el croata Mandzukic, el bosnio Dzeko y el montenegrino Vucinic. Una selección así daría miedo a sus rivales, sería mucho más fuerte unida.

En definitiva, pase lo que pase esta semana, aquí lo hemos enfocado desde el prisma del fútbol. Una hipotética selección nacional catalana y una yugoslava en la actualidad… al futbolero le puede la curiosidad. Las fronteras son algo establecido e inamovible con reflejo en los combinados nacionales.
Por ello, la posibilidad de cambio no sólo puede variar el potencial de una selección, sino tocar la fibra sensible de la grada. No obstante, aquí sólo hemos querido mostrar un what if, una página de cuaderno de algún seguidor del fútbol en la que se intercambian jugadores como cromos. Aunque para algunos este artículo sea algo más, quizás un anhelo.
Nuestro objetivo ya está cumplido, pues hemos hablado de selecciones imposibles, aunque hayan vivido durante estas líneas en la mente del futbolero.
La cuestión es que si Cataluña se independizara, los jugadores solo podrían jugar con España porque ya debutaron y jugaron con la selección.
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