A priori, la Selección Española de Fútbol Masculino realizó un gesto de apoyo a una compañera que tuvo que soportar y sufrir el comportamiento, a todas luces inaceptable, de Luis Rubiales. La compañera en cuestión, ya lo sabemos, es Jenni Hermoso. Sin embargo, no se pronunció su nombre. Como si no existiera. Morata leyó un comunicado cuya tarea, en teoría, era denunciar el comportamiento del ex-máximo dirigente de la Federación Española de futbol, de momento. Ni una palabra a su compañera, curiosa forma de denuncia y apoyo. Por otra parte, han pasado demasiado días en cuestión desde el acto detestable. El comunicado suena a «vamos a salir del paso y quedar bien».
De momento, el jugador del Betis Borja Iglesias es de los pocos jugadores en dar una respuesta contundente al anunciar que no acudirá a la llamada de la Selección mientras siga la actual directiva. Hubo muchas risas al respecto, pero en el gesto del panda hay mayor dignidad que en una lectura de un comunicado que no admitía preguntas de los periodistas en la rueda de prensa. Morata parecía obligado. Ignoro que es peor: que se tenga que obligar a los jugadores a este tipo de denuncias, o que parte de la plantilla del combinado nacional no crea que haya nada de denunciar. Los jugadores miran para otro lado para, según muchos de ellos, evitar problemas. Mientras, sus compañeras siguen cobrando mucho menos dinero por el mismo trabajo. Incluso no siendo reconocidas como profesionales por muchos sectores de la sociedad. Además de tener que ser tratadas como un simple trozo de carne recién ganada una Copa del Mundo.
Recientemente, el jugador del Real Madrid Dani Carvajal ha declarado que: «Entonces tampoco podemos posicionarnos o condenar una parte u otra previamente sin conocer realmente que ha pasado, que se ha estipulado, porque a día de hoy Jennifer no ha presentado tampoco la denuncia». En otras palabras, según el lateral, tan mal no fue el acto de Rubiales si la chica no abre la boca para denunciar.
Quizás, Carvajal no se ha detenido a pensar que Hermoso lo único que quiere es huir de la diana que gran parte de la sociedad española, y los medios de comunicación, han puesto sobre su espalda. Portadas machistas y total ausencia de apoyos en sus compañeros masculinos que, sutilmente, la culpabilizan de una situación que debió atajarse hace mucho tiempo. Hermoso no es el problema, el problema es parte de una sociedad que no ve tan escandaloso que un superior lance un beso no consentido a una trabajadora. Es un problema de educación en valores. La respuesta es por sistema culpabilizar, directa e indirectamente, a la víctima.

Regresando al comunicado, hacia el final del mismo se indica lo siguiente: Desde hoy, afrontamos una concentración decisiva para el futuro del fútbol español en nuestro camino para la clasificación de la Euro2024 con dos partidos frente a Georgia y Chipre. Nos gustaría que, a partir de ahora, nos pudiéramos centrar en cuestiones deportivas ante la relevancia de los retos que tenemos por delante. Se vuelve a obviar que el señor Rubiales, en un alarde de egocentrismo sin precedentes, eclipsó el mayor éxito del fútbol femenino español, al igual que es egoísta leer un comunicado que, entre líneas, indica que se deje de un lado el tema del abuso de poder y cosificación de la mujer, que los hombres están muy ocupados en su clasificación.
En palabras de la periodista Àngels Barceló: «El fútbol masculino se mantiene en la caverna». Selección Española de Fútbol Masculino, el momento de denunciar era cuando estaban reciente los hechos. Esperar para saber cómo soplan los vientos, no vale de nada. Sin solidaridad ni compañerismo, no hay mejoría en el fútbol posible.
La verdad,es un tema muy espinoso y complejo,y también donde, aparte de retratarse personas y colectivos,lo que resalta es la tremenda hipocresía de nuestra sociedad y el temor a pronunciarse, porque salirse de lo política y socialmente correcto tiene pena de telediario y esto en nuestra hipócrita sociedad,repito,es un castigo muy temido e indeseado.Yo lo que opino es que la conducta de Rubiales es totalmente inapropiada como Presidente,y como persona, chabacana y barriobajera, más el manoseo de genitales,porque el pico puede comprenderse,aunque no se comparta,en un momento emotivo donde el impulso se imponga a la razón.El feminismo imperante es de todas formas una religión fanática que incluso muchas mujeres sensatas y formadas critican,con normas a veces que rozan lo antinatural y se acercan a lo chusco,pero tiene tanta fuerza y despierta tanto miedo social que obliga a los débiles a acatarlas sin crítica ni análisis y a los hipócritas a seguirlas por el qué dirán.Y el caso de Rubiales es una muestra palpable,la repercusion que está teniendo y las consecuencias,con pena de telediario,sin que otras conductas anteriores sospechosas como Presidente de la Federación hayan tenido ni la trascendencia ni la denuncia que se hubiesen merecido si se hubieran valorado con la misma pasión.Y a Jeni dejémosla tranquila que ella hará lo que crea conveniente que es una mujer adulta,capaz y formada y tiene todo el derecho a actuar según crea, y ahora mismo se ve sometida a una presión externa complicada y asfixiante.Es mí opinión y como tal respetable se comparta o no.
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