Suerte que en TresCuatroTres escribimos de lunes a viernes porque si hubiera tenido que ponerme al frente del teclado justo después del partido del Barcelona contra el Granada, la lista de “decapitaciones” futbolísticamente hablando habría dejado a la de la Bastilla de 1794 en una fiesta de amigos.
No obstante, y pese a haber pasado casi 48 horas, conforme vienen a mi mente imágenes de los dos últimos partidos ofrecidos por el equipo del Tata (¡ay Tata!) uno se va viniendo arriba en su ánimo de convertir Can Barsa (si de él dependiese) en territorio listo para derribo.
Como aventuré hace ya algunos meses, (y mira que es triste que un simple seguidor acierte) el equipo es el resultado de hacer las cosas rematadamente mal en los dos (si me apuras tres) últimos veranos. Viendo el papel que tiene el actual director deportivo del club, Andoni Zubizarreta, yo votaría (en referéndum si fuera preciso) por contratar a la otrora famosa portera de Nuñez.

Si continuamos más arriba, ausente Rosell por excedencia en forma de contrato brasileño, tenemos al señor Bartomeu quien, emulando a la protagonista de la película “Princesa por accidente”, no se ha visto en otra igual. Sobre el papel es legítimo que sea el presidente, ahora coherente lo que se dice coherente mucho no es.
Luego está el inquilino del banquillo, un Tata que anda más perdido que el barco del arroz. Que si pongo extremos, que si cambio al pentágono, que si me cuesta cambiar porque intuyo que la voy a liar… y mientras, Dani Alves centra a la misma velocidad que el gato de los chinos baja el brazo esperando a que uno de nuestros “titanes” remate.
Y finalmente, los jugadores…que confían menos en el proyecto que los rusos en el horóscopo. Algunos de ellos parecen que juegan mientras mandan tweets, mensajes a Facebook o fotos a instagram. Otros directamente se escoden conscientes de que, pasar desapercibidos en los malos tiempos, es la única opción de salir indemnes. Y finalmente están los que simplemente ni están ni se les espera.
Y el miércoles la final de Copa…“Mara de Déu”…