Destapó el amigo Roura una pequeña caja de Pandora el pasado lunes, cuando sin venir a cuento, le dio por arremeter contra Undiano Mallenco, a la sazón, el colegiado responsable de pitar la semifinal copera del día siguiente. Las declaraciones de Roura no se diferencian en mucho de las que podemos leer semanalmente en Zaragoza, Granada, Mallorca, Vigo, Pamplona, Coruña… No habría que darles más importancia. Pero se la dimos. Porque la tenía.
Resulta que Roura el apolíneo no es el entrenador del Zaragoza, ni del Granada, ni del Mallorca, tampoco lo es del Celta, del Depor o de Osasuna. Bueno, bien es cierto que no está claro que sea el entrenador del Barcelona, pero esto daría para otro artículo… La realidad es que Jaume Roura trabaja para el FC Barcelona, el club que no habla de los árbitros… salvo que le interese hablar de los árbitros.
Por eso se montó la que se montó. Nos hemos pasado dos años (¡¡¡incluido el anterior!!!!) viendo llorar al primer entrenador del Real Madrid y su adlátere Mouranka, por los arbitrajes, por los horarios, por todo. Incluso este mismo año hay que seguir aguantando al imperturbable Aitor, ese hombre pegado a la no-personalidad, que es muy fácil arbitrar al Real Madrid, que es muy fácil expulsarles jugadores, que es muy fácil no pitarles penaltis. Creíamos que estas llantinas eran propias de equipos pequeños, o con problemas serios de clasificación, y luego, también, estaba la troupe de Mou.

Pero no, ahora el Barcelona se apunta a este modus operandi. Y digo el Barcelona porque me cuesta creer que el pusilánime Roura, que no había roto un plato hasta la fecha, decidiera él de motu proprio, pegar esa andanada a ese buen colegiado que es Undiano Mallenco. Eso le vino emanado desde las plantas nobles del club. Dudo mucho que desde Estados Unidos.
Coño, es que es indignante. Porque detrás del penoso discurso del otro día de Roura se encuentra el deseo de una tiranía, deportiva, que someta a todos los equipos bajo su jurisdicción, sí o sí, por lo civil o por lo penal. Manda…
Resulta que sólo ha perdido el Barcelona un partido en Liga, y en lugar de pensar que ese partido le has podido perder por muchas razones (porque lo merecías perder, porque el rival jugó mejor, porque llevabas demasiados partidos ganando, porque no tuviste tu día, por mil causas…), es mejor ejercer la No Autocrítica y echar la culpa, en este caso, al navarro. Es decir, el mensaje latente es “Si perdemos un partido, debe ser por causas ajenas a nosotros, e incluso, ¡¡¡ajenas al rival!!!» Es de risa.
Por otra parte, me pongo en el lugar de los equipos modestos, y algunos no tan modestos, y estaría indignado. Real Madrid y Barcelona, Barcelona y Real Madrid, deberían tener terminantemente prohibido quejarse ni una sola vez del árbitro. Ni una sola. Ellos no. Y no sólo por el hecho de que, es una estadística acreditable, los árbitros se equivocan con más frecuencia a favor de ellos que en contra. Es una cuestión de decencia. Como puede quejarse alguien de la influencia de los colegiados en la Liga cuando resulta que sus presupuestos son, en el mejor de los casos, escandalosamente superiores a los de los otros 18 equipos de Primera división.
Todavía recuerdo, creo que fue la primera temporada de Mou, que dijo en una rueda de prensa que él no podía competir en igualdad de condiciones que el Barcelona. ¡¡Nos ha fastidiado!! Ni los otros equipos pueden competir en igualdad de condiciones que ellos porque sus presupuestos son 10 ó 12 veces más pequeños, siendo generosos. Porque hay clubes que están en Primera con presupuestos que miran de frente el salario de CR7 o de Messi. Así, no puedes fichar a los mismos jugadores, no puedes fichar a los mismos entrenadores, no puedes tener las mismas instalaciones, no puedes viajar en los mismos aviones o alojarte en los mismos hoteles.
Si hubiera en la Liga un tope salarial como le hay en la NBA, quizá la cosa cambiara. Pero como no es el caso, tenemos que soportar estas “apasionantes” ligas de a 2, (o peor, la de este año es mono-Liga) y el resto a otra cosa.
Así que, mientras Tito sigue su tratamiento en Estados Unidos (¡qué mal rollo me da todo esto!), esperemos que Roura desempolve los manuales que estudiara cuando se sacó el curso de entrenador y se deje de tonterías. En diez tendrá que afrontar el partido más importante de la temporada y a la vista, no parece que tenga demasiadas cartas en la manga para solventarlo. La tan cacareada auto-gestión de la plantilla blaugrana puede servirte para ganar al Valladolid o a Osasuna (con todos los respetos), pero cuando el rival que tienes enfrente se llama Real Madrid o AC Milan, necesitas algo más de inteligencia y bastante menos locuacidad.