Qué decir de un equipo que gana 6 Ligas de las últimas 8, Liga que puede considerarse única en el mundo. Qué decir de un conjunto que pese a cambiar jugadores cada temporada, algunos por decisión técnica, otros por el simple hecho del paso del tiempo, sigue manteniendo su estilo de juego. Pues simplemente, que es el mejor.
A pesar de que en la portada de «ciertos periódicos» (como diría el célebre hijo de Setúbal) el protagonismo estuviera compartido entre el título culé y el resurgir de un Madrid liderado por el mismísimo Napoleón. Lo cierto es que la esperanza de que el equipo blanco pueda amenazar la hegemonía culé es la misma que tiene España en Eurovisión. Prueba en inglés, en castellano, o descalzo, que el resultado será el mismo.
Algún campeonato puede equivocarse de destino al más puro estilo Heisenberg, véase las Ligas de 2012 y 2014, pero lo más lógico es que éstas vuelvan a las manos de su legítimo heredero. Y es que eso de que el fútbol no tiene lógica no es aplicable al campeonato doméstico. La lógica dice que el que gana es el mejor y el Barcelona lo lleva siendo desde (para flagelo de muchos) hace unas décadas.
Veremos qué sucede la temporada que viene, pero lo que está claro a día de hoy es que la barca de la Liga la maneja el F.C.Barcelona.