Se juega esta noche el partido más importante de la temporada para el F.C.Barcelona de Ernesto Valverde. En octavos de la Champions League. Contra el Olympique de Lyon. El tercero de la discreta Ligue 1. A 21 puntos del PSG. Que se clasificó para octavos ganando un único partido, en un grupo que descontando al Manchester City (al que precisamente ganó en el Etihad allá por septiembre) no debería haberle ofrecido muchas dificultades para ganar algún partido más. Que se presenta al Camp Nou con un 0-0 de Lyon, producido más por deméritos propios de los culés a la hora de atinar a puerta que por las cualidades defensivas de los franceses.
El Lyon no debería dar miedo. Pero resulta que hace tres años que la Champions no acaba en las vitrinas del Camp Nou. Y resulta que esa Champions durante esos tres años la ha ganado el Real Madrid, aunque sea de aquella manera… Y el último año hubo debacle en Roma. Todo ello ha hecho que muchos culés se hayan hecho amigos de la ansiedad, del miedo y el pánico escénico. La exageración, el drama y el agorerismo aparecen tras cada esquina anunciando que el fin está cerca, que vamos abocados al desastre, que cuidado con Depay y Fekir.

Tendría un grave problema si tuviera que preocuparme de Depay o de Fekir, sin desmerecerlos, por supuesto. Considero que Youtube, Twitter y los aprendices de Axel Torres y Julio Maldonado han hecho mucho daño al fútbol. Los aspirantes a descubrir a un nuevo Messi, a un nuevo Dembélé están ahí, encumbrando jugadores que quizá en otras décadas pasarían un tanto desapercibidos para el público en general. Jugadores que en una liga tan floja como es la liga francesa no llegan ni a los 10 goles ni a las 10 asistencias, mucho no me hacen temblar.
En cambio, miro al Barça y resulta que continuamos líderes, otra jornada más. Que seguimos en la final de Copa. Que acabamos de apear de la Copa y la Liga al Real Madrid tricampeón de Europa (que tampoco es decir mucho ganando como ha ganado…). Que resulta que tenemos a un tal Messi, que viene con un saco gigante de goles y asistencias, y regates y ganas de ganar. Y que está acompañado de un tal Luis Suárez, que algún gol mete de tanto en cuanto, y algún jugadorcillo más como Rakitic, Arthur, Vidal o Busquets. O de unos defensas como Alba, que acaba de renovar, Piqué a un nivel que no se le veía desde hace un tiempo, un tal Lenglet que está siendo de los centrales más destacados de Europa. Y en la portería un chico alemán que parece ser el mejor portero de presente y futuro.
Sinceramente, a mí el Lyon no me da miedo.