31 de diciembre, último día del año. Lo normal en estas fechas es hacer resumen de lo ocurrido en 2017. Personajes del año, sucesos destacados o incluso mejores artículos. Sin embargo, me gustaría terminar pensando en lo que nos espera en 2018.
En cuanto a los campeonatos ligueros en Europa se está dando una situación que al menos yo no recuerdo se diera con anterioridad a estas alturas. Las Ligas están prácticamente decididas. La Bundesliga cuenta con un Bayer Munich que de la mano de Heynckes saca 11 puntos de diferencia a su inmediato perseguidor, el Schalke 04. En Inglaterra, el Manchester City de Pep Guardiola está batiendo récords y es virtualmente campeón de la Premier. En Francia, uno de los equipos de moda en Europa comandado por la tripleta Neymar, Cavani y Mbappé, el PSG ya se puede centrar en otras competiciones. En cuanto a nuestro país, tras el repaso del FC Barcelona en casa blanca, solo el equipo blaugrana puede perder un campeonato que tiene en el bolsillo. Solo Italia salva el honor de las Ligas del viejo continente. Lejos de la tiranía de antaño de la Vecchia Signora, el Calcio está de lo más interesante.

Vale que los campeonatos domésticos carecen, a priori, de emoción (aunque la cuarta plaza de Champions y el descenso tienen pinta de decidirse en la última jornada) pero nos queda una Champions League que se se presenta apasionante. Algunos de los emparejamientos de octavos de final tienen tal nivel que hacen pensar en rondas posteriores. Veremos qué sucede con los representantes españoles, lo que es seguro es que algunos sufrirán para pasar y otros se quedarán por el camino.
Y una vez termine la temporada viajaremos a Rusia para contar todo lo que sucede en el acontecimiento futbolístico por antonomasia, el Mundial. Un Mundial donde España, pese a no contar entre las favoritas, puede ser la tapada. Cierto que Francia, Alemania o Brasil cuentan en principio con más cartel que el combinado de Lopetegui. Pero el medio del campo, lugar donde se centra el juego del equipo, que presentará La Roja con los Iniesta e Isco de turno hace que podamos soñar con otro título.
En definitiva, nos espera un 2018 intenso de fútbol. Ese deporte que amamos y del que será imposible separarnos los próximos 365 días.