Cuando se formula una pregunta directa esperamos una respuesta clara es lo que pensamos todos de pequeños, de niño ¿Quién no se ha pasado toda su infancia preguntando a sus padres, a los mayores y a los adultos todo lo que necesitaba saber? Lo de los mayores era cosa aparte, era como un sello de veracidad que hacía que lo que decían fuera siempre cierto, así cuando tus amigos te preguntaban :”Y ¿Cómo sabes eso? Tú siempre contestabas con esa sonrisa que te daba saber que tienes razón: “ Me lo ha dicho un mayor” y entonces todos se miraban como si el oráculo les hubiera dicho el secreto de la vida.
Y es que todos los niños buscan el conocimiento y la verdad a su manera, a algunos nos han interesado siempre más los porqués, a otros los cómo, también estaban los que creían que lo más importante era el quién… y por supuesto el cuándo… muy enfocado a los viajes que se nos hacían eternos y que no parábamos de decir eso de ¿Cuándo llegamos? Pero el hecho de que lo hiciéramos tantas preguntas es porque pensábamos que había una respuesta única y verdadera a cada cosa y que los mayores tendrían todas y cada una de esas respuestas.

Esta forma de ver el mundo hace que todo sea blanco o negro, sin grises y esto llevado al mundo de fútbol se convierte en cosas como decir que mi equipo es el mejor del mundo o que la estrella de mi equipo es la mejor del mundo y la del equipo contrario la peor… es normal. Cuando vamos creciendo en el resto de cosas evolucionamos y empezamos a ver grises a descubrir que hay muchas respuestas para una misma pregunta y no hay nada rotundo porque cada uno tiene su verdad y todo depende del prisma desde el que se mire, pero curiosamente no en el fútbol, donde vemos, incluso, a periodistas y tertulianos con esos radicalismos de bufanda cuando hablan de sus equipos o de sus rivales.
Entonces, volviendo a la pregunta que da título al artículo, ¿se puede contestar con una única respuesta? ¿Puede haber solo una verdad para contestarla? ¿Todos daríamos la misma contestación? Yo creo que sí y que no, me explico, si le preguntamos a un niño seguramente nos diga que los goles, quizás Guardiola diría que la posesión y Mourinho que ganar, luego se podría extrapolar esa frase de baloncesto que dice, el ataque da victorias y la defensa campeonatos… pero creo que todo esto responde al fútbol como deporte, como táctica, como reglas, pero no como esencia.

Y es que, si estoy escribiendo aquí sobre fútbol, si un niño puede decir que su equipo es el mejor del mundo aunque lleve años sin ganar un título, si hay gente que ejerce el periodismo diciendo lo que siente y piensa sin contrastar o analizar nada sino movido por sus colores o alguien se recorre en autobús Europa para ver a su equipo jugar, no es por nada de lo anterior sino por algo que en esencia no se puede llegar a explicar pero que en realidad lo explica todo, y es que si a mí me preguntaran qué es lo más importante en el fútbol la única respuesta que daría sería la pasión, porque esa pasión que levanta, que tenemos es la única verdad de la grandeza de este deporte.
Tanto que esta pasión hace que también el fútbol sea la respuesta al nombre que muchos padres han dado a sus hijos durante los años, y de eso trata la campaña argentina de la marca de bebidas alcohólicas Cinzano para la selección albiceleste con motivo de la cercanía del mundial. La campaña llamada Hijos de la pasión habla de la tradición que tienen los padres en el país de poner nombres relacionados con la selección cada 4 años cuando son los mundiales y si eso no es pasión por el fútbol no sé qué puede ser. Nos dan datos de nombres que, gracias al papel que la selección y de futbolistas destacados, se pusieron de moda e inundaron los certificados de nacimiento de esos años, a veces nombres, a veces parte de un apellido como Mara y Dona (Maradona) como nombres e incluso, a veces haciendo referencia directa a la propia selección y cómo se le denomina coloquialmente con nombres como Alba y Celeste (por la Albiceleste debido a los colores de la equipación principal de la selección Argentina de camiseta blanca y rallas celestes) curiosamente hablan de muchos nombres pero ninguno es Leo o Lionel… quizás si este año ganan el mundial esto cambie y tengamos decenas de miles para los próximos años.

La campaña tiene un insight muy real y notorio y centra en esa pasión por el fútbol en qué deriva si se mezcla con la pasión de ser padres. Una realización al servicio de la historia con un montaje picado pero efectivo, con algunos gráficos animados que ayudan a darle verosimilitud a todo y con una música claramente inspirada en el genio irreptible del tango Astor Piazzolla hacen que todo respire Argentina y pasión por los cuatro costados. Bravo por Cinzano y por encontrar algo real y que demuestra la pasión por el fútbol de una manera notoria y diferente.
Interesante reflexión con la idea central de la pasión como referente más significativo del deporte del fútbol,desarrollada con datos y argumentos que lo corroboran y realizada alrededor del anuncio de Cinzano.Da gusto leerlo y profundizar en la opinión del autor.
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