Dice un célebre periodista sevillano que en fútbol jamás hay que elevar las cosas a definitivo. Y en la pretemporada, esta máxima, hay que tenerla muy presente. Lo que en julio y agosto ha parecido negro puede tornarse a blanco en cuanto comience la temporada y viceversa.
El periodo de puesta a punto de los equipos de fútbol es muy engañoso y está condicionado por muchos aspectos que influyen en los partidos que se disputan durante el verano. Así, podemos ver a equipos de inferior categoría que le plantan cara e incluso le ganan a equipos superiores. Por citar ejemplos recientes: el Albacete Balompié le endosó un 5-0 al Rayo Vallecano; El San Roque de 2ªB derrotó al Real Betis por 3-1; el Atlético de Madrid no pasó del empate a cero frente al Cádiz; El Real Zaragoza venció a la Real Sociedad por 3-0; y así podríamos estar enumerando más casos ocurridos en esta pretemporada.

Los motivos de estos llamativos resultados están, sobre todo, condicionados por la frescura en las piernas de los futbolistas. La carga de trabajo a la que se someten en pretemporada está encaminada a que los equipos lleguen en un óptimo estado de forma al comienzo del campeonato.
Hay días, durante el periodo de preparación, en los que se entrena por la mañana de manera intensa y se juega por la noche. Es lógico que si te enfrentas a equipos más frescos, se den estos resultados llamativos.
Otro de los aspectos que provocan resultados inesperados es el comienzo del trabajo. El Athletic Club de Bilbao empezó pronto su puesta a punto por los compromisos europeos que ha tenido para intentar entrar en la Fase de Grupos de la Europa League. Hasta cierto punto es lógico el baño físico que le dio al F.C. Barcelona en la Ida de la Supercopa de España, aunque el resultado si que fue sorprendente por lo abultado de éste.
También, la pretemporada es el momento de ir encajando las piezas del rompecabezas, de hacer probaturas para dar con la tecla exacta para que el equipo suene como el entrenador quiere. Así, nos encontramos con lo que le ha pasado al Sevilla F.C., que asombró a todos con la remontada ante el F.C. Barcelona en la Supercopa de Europa y, solo unos días después, al equipo de Emery la Roma le endosó un 6-0, aunque finalmente maquilló el resultado con cuatro goles en la recta final del partido.
Así que, siguiendo la famosa frase del Maestro Araujo que citaba al principio de este artículo, no eleven nada a definitivo. Esperen a que empiece a rodar la pelota en los partidos de verdad, en los de la Liga. Después el tiempo y, sobre todo, la calidad de los jugadores y los entrenadores, pondrán a cada uno en su sitio. Que empiece ya.