El inicio de año le está sentando de maravilla a Philippe Coutinho. Lleva un último mes muy destacable: gol en su debut con el Aston Villa, gol en su regreso a la selección de Brasil y, ayer, gol y dos asistencias en su primera titularidad en Villa Park.
Recordemos que el brasileño sigue siendo propiedad del FC Barcelona y estará cedido hasta el final de temporada en el Aston Villa, que se hace cargo de 2/3 del salario del jugador y tiene una opción de compra no obligatoria de unos 40M de euros.
Quien haya visto jugar a Coutinho sabe el tipo de jugador que es. Muy talentoso, técnico y con un disparo lejano magnífico, pero irregular y poco constante en su rendimiento. Si bien esto ya se veía en su etapa en el Liverpool, en su llegada al Barça terminó por demostrarlo.

Su mejor temporada en Premier a nivel estadístico fue la 16/17 donde anotó 13 goles y repartió 7 asistencias, buenos números para un media punta escorado a banda. No obstante, desde su llegada a Barcelona en 2018 (con una cesión al Bayern de por medio) solo dejó un total de 17 goles y 9 asistencias.
No es casual que en su regreso a la Premier League, lugar dónde desplegó su mejor fútbol, lleve ya más participaciones de gol (4) que en más de un año con el Barcelona (3 desde Octubre de 2020)
Este cambio de rendimiento se ha visto en innumerables ocasiones, y se suele asociar a la adaptación, al ritmo de la liga, al estilo de juego del equipo… Todo esto influye sin duda, pero también influye la propia felicidad del jugador y su estado mental sobre el terreno de juego.
Coutinho está actualmente en un entorno que le favorece más que el vivido en LaLiga, vaya eso por delante, pero las sensaciones que transmite ahora sobre el terreno de juego son muy diferentes. La motivación por salir de un pozo de negatividad y poder brillar ante una nueva afición ilusionada con su fichaje seguro tienen mucho que ver.

También, el hecho de vislumbrar un Mundial a finales de año hace que el brasileño quiera ser importate a sus 29 años para la selección carioca.
Será muy difícil que Philippe Coutinho pueda mantener este nivel en su estancia en Birmingham, pero es importante que recuepere la sonrisa, que se sienta útil y feliz en su nueva casa.
Como decía Jorge Valdano: «El fútbol es un estado de ánimo» y Coutinho es ahora mismo, la mejor prueba de ello.
Un ejemplo más de la diversidad de factores y cincunstancias que influyen en el rendimiento de un jugador,entre ellos motivación y adaptacion,para facilitar esta es interesante conocer bien el perfil del jugador a nivel psicológico, pues cada persona tiene necesidades prioritarias que de ser satisfechas ayudan al equilibrio del mismo y a su bienestar, con el resultado final de un mayor rendimiento.
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