Retrocedamos en el tiempo. Vayamos unos años atrás, concretamente a aquella temporada 2010/2011 en la que el Real Madrid jugaba bajo las órdenes de José Mourinho y el máximo rival, el Barcelona, estaba dirigido por el hombre que más alegrías y títulos les ha otorgado a los blaugranas, Pep Guardiola.
Fueron muchos los momentos tensos que se vivieron a lo largo del curso, más aún, porque los encuentros entre ambos equipos no dejaban de sucederse debido a los correspondientes partidos de Liga y los encuentros en Champions al coincidir en los emparejamientos del sorteo.
Además, la SuperCopa de España que disputaron y que ganó el equipo catalán en la que se recuerda el episodio donde el técnico portugués metió el dedo al ojo al segundo del Barcelona, Tito Vilanova, se cataloga como otro de los sucesos que crearon un clima hostil, más aún, entre ambos equipos españoles que parecían haber trasladado sus diferencias fuera de los terrenos de juego. Los cruces de acusaciones entre técnicos, jugadores y miembros de la directiva eran los protagonistas.

Pero sin duda, el que salió mal parado de toda la situación que se había producido fue Mourinho, quien tuvo que hacer frente a las críticas de los medios españoles donde se le juzgaba por la situación que con sus declaraciones, gestos y hechos, había provocado entre ambos clubes.
Así que, lo último que esperábamos era que, unas temporadas después, jugadores rivales que en su momento no soportaban al técnico portugués y que le criticaban, estén, a día de hoy bajo sus órdenes y asegurando vivir un momento deportivo muy bueno como es el caso de Cesc Fabregas quien llegó al club inglés la pasada temporada y quien ya asegura que “Mourinho me ha hecho sentir cosas que no sentía desde hace tiempo”.
El segundo de la lista azulgrana en llegar al equipo blue no ha sido otro que el canario Pedro Rodríguez, quien era consciente de que sus posibilidades en el Barcelona de Luis Enrique eran muy limitadas y la mejor opción era buscar una salida que le ha llevado a Londres desde hace unos días.

El tinerfeño no ha podido tener un mejor comienzo de temporada con el club inglés, ya que el pasado fin de semana el Chelsea visitó el estadio del West Brom, consiguiendo los tres puntos tras vencer por 2-3 y consiguiendo por fin la tan deseada victoria que el equipo del portugués necesitaba.
Las dos primeras jornadas del conjunto en la Premier no han sido para recordar tras cosechar un empate a 2 en casa contra el Swansea City y una dolorosa derrota por 3-0 contra el Manchester City. El ex azulgrana abrió el marcador con un golazo y dio una asistencia de gol, además de firmar un partidazo que influyó demasiado en la victoria de los ingleses en la tercera jornada de la competición.
Sin duda, lo que viene a ser un gran estreno tres días después de abandonar el Barcelona y con la mente puesta ya en todo lo que le queda por afrontar este año. Una temporada en la que se prevé que el canario sea parte del once inicial y que cuente así con los minutos necesarios para seguir demostrando su capacidad goleadora.