Saber manejarse en el centro del campo suele provocar admiración por parte de los aficionados. A todos nos gusta ver jugar a centrocampista de alto nivel. Es la línea que le da identidad a un equipo, cuando no funciona, los equipos se rompen, haciendo muy difícil que logren dominar el ritmo del fútbol. Hay futbolistas que manejan las facetas ofensivas del centro del campo, conectando con el ataque y llegando a posiciones de regate. También hay quien se especializa más en la parte defensiva, cortando el fútbol rival y entregando fácil, quitando trabajo a la defensa. Cuando estamos ante un caso como el de la jugadora de la que hablamos hoy, que maneja todos los perfiles del trabajo de una centrocampista, queda claro que se trata de alguien a quien seguir de cerca. Hoy hablamos de Patricia Guijarro, centrocampista todoterreno española del F.C. Barcelona.
Como decimos, Patri Guijarro es centrocampista en toda la extensión de la palabra. Esta jugadora de potente diestra impresiona por jugar con el aplomo de una veterana a pesar de contar con solo 20 años. Su poderío físico, a pesar de no ser demasiado alta, le ayuda a cubrir muchos metros cuadrados de terreno. Sabe tomar decisiones correctas y ejecutarlas con brillantez. Domina el pase corto, conduce el balón con una técnica depuradísima (no es extraño verla hacer regates de bellísima factura) y con su corpachón consigue proteger el balón fácilmente.
Como muestra de su versatilidad, decir que ha jugado de central en el Barça y que, por otro lado, es una goleadora bastante prolífica. Lo que en los últimos años se llama ser centrocampista box-to-box. Sin duda, una de sus características más llamativas es su tremendo disparo de larga distancia. Pero también es peligrosa en llegada a remate, a lo que le ayuda su gran visión de juego.
Patricia Guijarro nació en Palma de Mallorca en Mayo de 1998. A los siete años era habitual verla jugar al fútbol, entrando a formar parte de su primer equipo, el Club de Fútbol Patronato, un veterano club de cantera de la zona de Es Portixol, en su Mallorca natal. Allí jugó hasta los 14 años, cuando las categorías dejan de ser mixtas, y pasó a formar parte del club más importante del fútbol femenino balear, la Unión Deportiva Collerense. Así siguió los pasos de su jugadora favorita en sus primeros años en el fútbol, la también centrocampista mallorquina Virginia Torrecilla, aunque no llegó a coincidir con ella.
Con 16 años recién cumplidos ya debutó en la Primera División femenina comandando al UD Collerense, demostrando su calidad y, sobre todo, su personalidad para dirigir un centro del campo. Esto llamó rápidamente la atención del técnico del Barça en aquel momento, Xavi Llorens, que vio claramente su tremendo potencial.

En 2015 llegó al club blaugrana. Aunque le costó un par de temporadas hacerse con la titularidad, en la campaña 2017 / 2018, ya como campeona de Europa sub 17 y sub 19 con la selección, logró los galones que se le iban adivinando. Mientras tanto, fue la primera jugadora en cursar el bachillerato en La Masía blaugrana, y actualmente estudia la carrera de Fisioterapia.
El espaldarazo definitivo a su progresión le vino el pasado verano, cuando fue nombrada mejor jugadora del Mundial Sub 20, a pesar de caer en la final ante Japón. A pesar de que esta temporada está marcada por la lesión que la tiene fuera de los terrenos de juego desde principios de año, Patri Guijarro espera volver en unas semanas, tras haber pasado por el quirófano, para seguir ofreciendo juego y goles al Barça en el reto de la Champions League (va a llegar muy justa a la eliminatoria de cuartos ante el Kvinner noruego) y para seguir al acecho del Atlético en Liga. Pero el reto final de la temporada, para el que debe recuperarse bien, es para aportar su juego a la selección española de Vilda en el Mundial que se disputará en Francia.
Si el fútbol femenino en España va a seguir progresando será, entre otras, por jugadoras como Patricia Guijarro, con un futuro de talla mundial y ya considerada una de las 100 mejores jugadoras del momento. De que se quede en España, que previsiblemente sería quedarse en el Barça, depende que nuestra Liga siga ganando peso en Europa. El club blaugrana tiene el firme proyecto de asaltar en algún momento la Champions League, y para ello es importante retener jugadoras de este nivel, ya que cualquier club europeo estaría dispuesto a hacerse con sus servicios.
Con su desparpajo y brillantez, Patri Guijarro debe ser una de las futuras estrellas que consigan que el fútbol femenino en España alcance, de una vez por todas, la relevancia que se merece.