Mientras escribo estas líneas Raúl García manda a las nubes su penalti…Nubarrones alemanes se ciñen sobre el cielo rojiblanco. Menos mal que el miedo al fallo ha atenazado más a los germanos que a los colchoneros y el equipo del Cholo, con dudas, pasa a la siguiente ronda. No parece, a diferencia del pasado año, tan en forma la escuadra colchonera aunque bien es cierto que es en mayo cuando se ganan los títulos y no ahora.
La semana pasada el Schalke 04 puso contra las cuerdas y en un estado depresivo, irracional y al borde del abismo al once de Carlo Ancelotti, el cual, con una afición bipolar, que se debate entre el amor y el odio hacia Casillas, Bale y el propio entrenador, no hace sino dar tumbos cual piragua inmersa en un mar embravecido. Tampoco nos engañemos, muchos barcos tocaron puerto tras navegar en peores condiciones, la embarcación madridista puede conseguirlo por más que alguno de sus marineros se empeñe en navegar solo.

Los ejemplos de colchoneros y merengues no deben serle ajenos al seguidor culé. La Champions League es la competición de los mejores equipos de Europa y bajo el prisma de alcanzar la gloria eterna se crecen buscando el anhelado título, cualquier pequeño David se torna Goliat tras un gol que le acerque o le adelante en la eliminatoria. Algunos seguidores, confiados tras el 1-2 de la ida abogan porque Lucho rote mañana en su partido contra el City, seguros de que el equipo inglés no será rival, para que el once tipo llegue más descansado a la cita con el equipo merengue del próximo domingo. MI opinión difiere de la de ellos, Luis Enrique rotó contra el Eibar este fin de semana, bien es cierto que en algunos casos de manera obligada y en otros por elección propia, sabedor de que la escuadra barcelonistas está preparada para afrontar con éxito ambas citas.
En la portería la rotación es obligada, tanto Ter Stegen en la Champions, como Bravo en la competición doméstica, han demostrado de manera inequívoca su capacidad para defender el marco barcelonista con sobradas garantías. En el eje defensivo Piqué tiene un puesto totalmente asegurado, tras sus dubitativos inicios estamos ante el defensa central más en forma del panorama nacional, con la salvedad de que Ramos se encuentra recuperándose de su lesión, y parece arriesgado prescindir de sus condiciones en los balones por alto ante el espigado delantero centro del equipo mancuniano.
A su lado, Bartra y Mathieu se disputan la otra plaza, ambos no van sobrados de partidos con lo que el cansancio en sus piernas es mínimo. En los laterales Alves y Alba son fijos, ambos no jugaron contra el Eibar, quizás sería más dudosa, por motivos de edad, la participación de Alves pero la lesión de Montoya y el hecho de que Douglas tiene más posibilidades de trabajar en su perfumería homónima que sobre el césped del Camp Nou tornan poco probable esta propuesta. Una posibilidad, la única que se me ocurre es que juegue Adriano, todos sabemos que es jugador de un partido y con suerte de que no se lesione durante el mismo, aunque siempre cumple.

En el centro del campo el incombustible Mascherano es fijo, por su valentía, pasión, amor por la profesión sabemos que allá donde no le lleguen las piernas le moverá su corazón. Flanqueándolo varias son las posibilidades. Lo más normal es que jugasen Rakitic e Iniesta, pero tanto Rafinha, Xavi como inesperadamente Sergi Roberto en el último partido han dado muestras sobradas de sus capacidades para llevar la manija blaugrana. Rakitic se me antoja titular fijo viendo que otra suplencia más en un partido de alto calado puede hacerle dudar para próximos partidos. El puesto de Iniesta es el único que se puede plantear dudoso, Rafinha y Xavi pueden darle descanso, aunque en un equipo que tiene que atacar, como el City, el pase y dribling del fuentealbillano pueden decantar pronto la eliminatoria y favorecer el descanso activo blaugrana.
Arriba no hay ninguna duda, el trío Neymar, Messi y Suárez, tanto por prurito profesional como por ganas son fijos en todos los partidos donde la exigencia es máxima. Miles de televisores encendidos es un escaparate demasiado jugoso como para que la ausencia de alguno de los componentes del trío mágico acabe con sus posaderas sobre el banquillo azulgrana. Por otra parte Pedro no ha dado visos de encontrarse en su mejor forma.
Así pues, como bien dijo Cruyff “los millones tienen que estar en el campo y no en el banco”, entendiendo banco no sólo como sucursal bancaria, sino como lugar de espera de los jugadores reservas fuera del juego. Aunque prefiero seguir la frase del Cholo Simeone, hay que ir partido a partido, jugar con los mejores. Un triunfo mañana (hoy) contra el City, no solo supone la clasificación para la siguiente ronda, sino una mayor tranquilidad para los jugadores y la parroquia azulgrana y con esos factores no se juega. Hay que salir con los mejores y cuando la eliminatoria esté sentenciada pensar en el próximo partido frente al segundo clasificado, no antes. Un incontestable triunfo en la Champions es la mejor carta de presentación para la Liga.