Humilde, trabajador, competitivo, buen compañero o sencillo son algunos de los adjetivos que describen perfectamente a nuestro entrevistado. Raúl Cabañero Martínez, a pesar de su juventud, lleva diecisiete años dedicado al arbitraje, siete de ellos en la máxima categoría del fútbol español. Es asistente de Primera División, árbitro Internacional, y además está preseleccionado para el Mundial de Brasil 2014. Entre sus partidos más destacados podemos subrayar varios clásicos entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona, alguna final de la Copa del Rey y partidos en competición europea, como Europa League y Champions.
¿Por qué decidió ser árbitro?
Tenía como profesor de Geografía e Historia en el instituto a Pérez Sánchez (ex árbitro Internacional murciano), y nos explicaba Geografía señalándonos las ciudades de los campos donde había arbitrado en España y Europa. Esas explicaciones tan llamativas con solo 14 años, gustándome el fútbol, hicieron que tomara la decisión de ser árbitro.
¿Cómo fue su debut?¿Y su primer partido en Primera división?
Mi debut como árbitro fue en un partido de alevines. Estaba muy nervioso, ni siquiera llevaba la indumentaria arbitral, pité con unas bermudas y una camiseta negra de casa. Saqué muchas tarjetas y eso que eran niños. Pero dentro de la mala experiencia de ese partido, tengo un recuerdo bonito de mis comienzos.
Mi primer partido en Primera fue parecido en cuanto a los nervios. Fue un Espanyol – Valladolid que retransmitió Canal Plus, con los comentarios y transcendencia que ello conlleva. Al final salió bien el arbitraje, pero lo pasé con mucha tensión.

¿En qué invirtió el dinero de su primer recibo como árbitro?
El dinero que gané en mi primer partido de alevines me lo gasté todo entre el lunes y el martes en la cantina del instituto. Invité a todos mis compañeros de clase a almorzar (risas).
¿Quién ha sido su referente arbitral?
El árbitro que más me gustaba era Mejuto González. Además tuve la suerte de coincidir con él en el partido de su retirada, que fue una final de la Copa del Rey. Para mí fue un lujo poder acompañar en su último partido a mi ídolo y más siendo el partido que era, una final.
¿Qué sentió ascendiendo a Primera? ¿lo esperaba?
No me esperaba ninguno de los ascensos, ni el de Primera, ni el de Segunda División. Cuando me comunicaron el ascenso a Primera iba conduciendo y tuve que parar. Me llamó el antiguo presidente de la Federación de Fútbol de Murcia, me dio la noticia y me puse muy nervioso. Iba de camino al entrenamiento y no sabía como actuar, me quedé bloqueado y me emocioné un poco. Llevaba solo un año en Segunda y fue algo totalmente inesperado. En ningún momento valoré la opción de ascender, era muy joven, tenía 24 años. Era mi primer año en Segunda y el ascenso no era mi objetivo.
¿En qué momento de su carrera y por qué motivo decidió ser asistente?
Lo decidí en mi segunda temporada como árbitro en Preferente. Mi primer año en esta categoría no fue muy positivo y el comienzo de la segunda temporada tampoco. Fue en ese momento cuando empecé a valorar seriamente la opción de pasarme a árbitro asistente. De hecho, ese año empezó a promocionarse la categoría de árbitro asistente de Tercera División como tal, y decidí escoger ese camino, porque mi objetivo ha sido siempre llegar a lo más alto posible. Estoy muy satisfecho de haber tomado esa decisión.
¿Cómo se siente cuando está en el punto de mira, después de haber pitado alguna jugada polémica?
En un partido no eres consciente de ello. Eso lo piensas después de ver la jugada repetida, y es cuando te das cuenta que una decisión ha tenido mucha repercusión. En ese momento es cuando dices, lo he hecho bien o lo he hecho mal. En el momento en que lo pitas estás centrado en el partido y no te das cuenta de si tienes detrás a 60.000 personas, o si es un equipo u otro.
¿Qué se siente al pisar el césped de campos como el Santiago Bernabéu o el Camp Nou?
No te das cuenta de la presión de la gente. Lo único que me importa es estar en línea con el penúltimo defensor, seguir el balón y estar en contacto con el árbitro. Lo más impactante es cuando saltamos al terreno de juego y nos damos la mano con los jugadores, en ese momento es cuando me doy cuenta del ambiente que hay, pero una vez que se hace el sorteo me olvido de todo. Lo único que quiero es sacar el partido lo mejor posible y pasar desapercibido.

¿Cuál es el campo más difícil en el que ha arbitrado?
Todos los campos son difíciles. El tema de la dificultad no va solo en función del campo, también hay que tener en cuenta los equipos y el transcurso de los partidos. No te puedes relajar nunca, porque en cualquier momento llega una jugada complicada y tienes que verla y acertar. A nivel de presión, hay campos europeos más difíciles como por ejemplo, en Grecia. He estado pitando al Olympiacos y la verdad es que se vive un ambiente precioso allí, gritan mucho, lanzan bengalas, pero tampoco lo considero difícil, son simplemente ambientes diferentes a los que se viven aquí en España.
¿Cree que la figura del árbitro necesita un lavado de imagen?
Creo que hace veinte años la figura del árbitro no tenía la consideración de deportista que tiene ahora. En la actualidad, la sociedad está cambiando y ve al árbitro como un deportista más. Yo entreno cinco días a la semana, me preparo mis partidos, me organizo mis viajes y cuido la alimentación, por lo tanto somos como cualquier futbolista.
¿Qué significa para usted el arbitraje?
Para mi el arbitraje lo es todo. En el arbitraje tengo a mis amigos, es mi trabajo, es mi día a día.
¿Cuál es el mejor y peor momento que ha vivido en un terreno de juego?
Quedarme con un solo momento bueno es complicado. Un momento muy especial fue mi debut en Primera División, y también me quedo con los partidos de la Copa del Rey, con la primera final que pité de esta competición. Fue un Atlético de Madrid – Sevilla en el Camp Nou. El peor momento es cuando empiezas a arbitrar a nivel regional y te encuentras en campos donde realmente lo pasas mal. En esos campos estás solo, no tienes a nadie que te entienda ni que te defienda.
¿Qué jugadores protestan más, los de Primera o los de categorías inferiores?
Los padres. Este sábado pité un partido de cadetes y el comportamiento de los niños era excelente, y sin embargo el de los padres no fue tan bueno, a menudo suelen tener un comentario negativo para el árbitro. Los jugadores de Primera División son profesionales, si protestan, luego al final del partido te piden disculpas, se dedican a eso y tienen que ser respetuosos.
Después de pitar en Primera División, este fin de semana ha arbitrado un partido de cadetes, ¿cómo se siente, sobre todo siendo el árbitro?
Esos momentos me recuerdan a cuando yo empecé a pitar y por eso me gusta. Tampoco pito fútbol base todos los fines de semana porque tengo mis partidos de Primera, pero de vez en cuando se lo digo al que asigna los partidos en la Delegación de árbitros de Murcia y me pone alguno de niños. Me gusta porque es el origen, es recordar de donde venimos y eso nunca tenemos que olvidarlo, muchas veces te pone en tu sitio.

¿A favor de la tecnología en el fútbol?
Creo que puede ayudar, pero no estoy ni a favor ni en contra. Es una herramienta que ayuda, y en ciertas jugadas necesitas ayuda. Pero no es solo tecnología, también está el sistema de UEFA de los árbitros asistentes adicionales. He ido a partidos con estos asistentes y la verdad que está muy bien, sobre todo para el árbitro. La función de estos árbitros es, más que nada, preventiva.
Ha sido preseleccionado para el Mundial 2014, ¿se ve con opciones?
Me veo con opciones, pero siempre sabiendo que es un Mundial. El simple hecho de estar en la lista de preseleccionados es muy complicado y me siento muy orgulloso de ello. Se que tengo posibilidades, pero como cualquiera de los cincuenta y dos aspirantes que hay. Los árbitros españoles preseleccionados son Undiano Mallenco y Velasco Carvallo y yo iría al Mundial en el caso que sea Alberto Undiano el seleccionado, porque formo parte de su equipo arbitral.
Cada fin de semana tiene partido en cualquier campo de España, ¿cómo compagina la vida profesional con la personal?
Hacía cinco años que no trabajaba, solo me dedicaba al arbitraje y el año pasado formé una empresa de limpieza y servicios con mi hermano y lo que hago es, únicamente, llevar el tema administrativo porque es lo que me permite estar en cualquier parte del mundo y poder trabajar vía Internet. Los motivos por los que decidí emprender y montar esta empresa fueron sobre todo por ayudar a mi familia, y con vistas a un futuro, para que cuando llegue el momento de dejar el arbitraje tenga algo en lo que apoyarme.
¿Cómo se ve en el futuro?
Hay vida después del arbitraje. No es algo que me haya planteado ya porque aún soy joven y tengo muchos años de fútbol por delante. Pero en un futuro me veo vinculado al arbitraje, ya no como árbitro pero si ejerciendo otras labores dentro de este colectivo.
¿Tiene algún ritual antes de comenzar el partido? ¿Algún amuleto?
La temporada pasada, cuando iba con David Fernández Borbalán, solíamos poner música y dar la charla pre partido en el vestuario para salir al campo más concentrados. No soy muy de amuletos la verdad, pero si que llevo siempre el mismo reloj de cuando empecé a arbitrar. Ya no lo llevo puesto, porque ahora nos piden que llevemos pulsómetro para hacernos planes de entrenamiento, pero siempre lo llevo guardado en un estuche a todos los partidos, porque soy muy nostálgico para estos temas.

Tras ser el mejor asistente de Primera la pasada temporada, conseguir el titulo de árbitro internacional y pitar partidos de Europa League y Champions, ¿le queda alguna meta por cumplir?
Si, el Mundial de Brasil 2014 es una de ellas. Al fin y al cabo, en este mundo se necesitan retos, pero no hay que obsesionarse por cumplirlos. Tienes que tener una meta o una ambición pero sin llevarlo con una presión excesiva. Con el hecho de llegar a Primera División ya soy un privilegiado y eso nunca lo olvido. Soy feliz con lo que tengo.
Es usted referente de muchos jóvenes que empiezan ahora su andadura en el arbitraje, ¿algún consejo para ellos?
No me veo como referente de nadie. Cuando llego a la Delegación de Árbitros de Murcia soy uno más, no me siento superior a nadie. Pero si tuviera que dar un consejo sería que se plantearan retos pero sin obsesionarse, y sobre todo disfrutar todos los momentos, dentro y fuera del campo con los compañeros porque son lo mejor de esta profesión.
¿Ha aprendido algo en el césped que le sirva para la vida cotidiana?
Sí, he aprendido a pensar las cosas dos veces. En el campo parece que no tienes tiempo de pensar dos veces una decisión pero sí lo tienes. Además, influye mucho la confianza que tengas con los compañeros para leer bien el partido. También he aprendido a aguantar mucho la presión en el día a día.
Muy amena la entrevista. La verdad es que le da un toque humano al colectivo arbitral, cosa que viene muy bien sobre todo en semanas como la que acabamos de vivir.
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Me ha llamado la atención el por qué empezó en el fútbol, con las explicaciones de las capitales. Sólo no estoy de acuerdo en que los asistentes de la UEFA sirven para mucho…lo que hay que hacer es poner tecnología ya!!
Un saludo y enhorabuena por la entrevista.
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Enhorabuena por la entrevista!! Ojalá pueda ir al Mundial de Brasil, se le ve un tipo humilde y con los pies en el suelo. Irene te faltó preguntarle por Muñiz Fernández y las ayudas a los grandes :)
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Todos son buena gente y tal cual pero al final acaban liándola. En mi opinión el nivel del arbitraje español es desastroso…
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Estoy de acuerdo y eso que esta semana ayudaron a mi Betis.
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