Muchos somos lo que pensamos que la grandeza del fútbol radica en la imprevisibilidad del resultado. En muchos deportes, especialmente los individuales, el margen de sorpresa cuando llega la competición es escaso, ya que se suelen reflejar las marcas obtenidas previamente. En el caso del fútbol esto no sucede, y es lo que provoca que a día de hoy haya varios equipos importantes en el alambre de la Champions League.
El fútbol va y viene, te da y te quita, con el soplo de suerte que puede hacer que una persona sea despedida o se dinamite el presupuesto de todo un año por un mal mes en lo futbolístico. Y en estas se encuentran cinco equipos en estos momentos. Cinco clubes dispares en presupuesto, historia o juego, pero que comparten un objetivo: no caer en Champions a las primeras de cambio. Todos no lo conseguirán.
En el grupo A, hemos querido destacar un caso que puede ser objeto de discrepancias. Para un servidor, el peso histórico de un club como el Olympiakos de El Pireo está fuera de toda discusión. Es cierto que es un grande venido a menos, quizás porque sea imposible abstraerse de la situación de todo un país. Sin embargo, no hay que olvidar que el equipo de Míchel fue el primero en bajarle los humos al Atlético del Cholo en la primera jornada y que prolongaron la gesta ante la Juventus (1-0).
Además, el año pasado casi eliminan en dieciseisavos al Manchester United, al que ganaron en casa 2-0. Los rojiblancos se la juegan esta noche ante los suecos del Malmö. Sus deberes se centran en ganar, con la ayuda del infierno griego, a los escandinavos y esperar que la Juve pierda en casa con el Atleti. Es difícil, pero el empate con los transalpinos los mete, por tener ganado el golaverage particular entre ambos. Se encomendarán a la calidad del Chori Domínguez y la solidez de Roberto bajo palos.

En apuros también se encuentra el Liverpool en el grupo B. Aunque los de Anfield lleven ausentes en Champions cuatro temporadas, se les presuponía claros aspirantes a pasar la fase de grupos por delante de Ludogorets y de Basilea. Pero los suizos siempre cumplen con creces en Europa y cada vez es más difícil batirlos en Sankt Jakob.
Si a ello le sumamos que los búlgaros se unieron a la fiesta con el empate de la semana pasada, nos resulta que un grande como el equipo red se la juega esta noche contra el equipo de Roger Federer. Aunque dependen de sí mismos, pues su rival a 2 puntos es el Basilea, salvo que un Real Madrid plagado de suplentes haga un apaño con el Ludogorets para eliminar al rival inglés. Muchas bajas tendrá Rodgers esta noche: Balotelli, Sturridge, Sakho… el gol recaerá en las botas del modesto Rickie Lambert y la magia en el joven Raheem Sterling.
Más complicada es la situación en el grupo C. Excepto otro grande, el Benfica, al que parece que se le da mejor la Europa League a tenor del subcampeonato del año pasado, todos pueden pasar a dieciseisavos de final. El Bayer Leverkusen lidera con 9 puntos pero juega en Da Luz, mientras que Mónaco (8) y Zenit de San Petersburgo (7) se la juegan en el Principado.
Pero los rusos ahora mismo están fuera y sólo les vale ganar. Curiosamente ante un equipo propiedad de otro ruso, Rybolovlev. Y es que las inversiones millonarias de Gazprom en el Zenit (Witsel, Hulk, Garay, Javi García) le otorgaban un papel más importante del que está interpretando en esta Champions. Los cuatro jugadores citados más Danny, muy en forma últimamente, serán los responsables de lo que ocurra ante un Mónaco muy mermado defensivamente con la baja de Ricardo Carvalho. Un reconvertido Toulalan ocupará su puesto.
Ya mañana, un equipo con un gran pasado, pero mejor presente, como el Manchester City ocupará el disparadero con la intención de no arrojar por la borda media temporada antes de Navidad. Los citizens han acusado en exceso un comienzo dubitativo (derrota en Munich y empates ante Roma y CSKA) y el punto de inflexión que llegó en la derrota por 1-2 ante los moscovitas el mes pasado. Ahora se encuentran enmarañados en un triple empate del que salen derrotados.
Por ello, han de ganar, y sólo ganar, en el Olímpico de Roma, al equipo del incombustible Totti, aún sonrojado por el 1-7 que les endosó el Bayern de Guardiola. Además, Pellegrini no podrá contar con dos pilares fundamentales: Yaya Touré, sancionado y el Kun Agüero, que se lesionó este fin de semana. La baja del marfileño podría ser cubierta por Fernando sin mucho desbarajuste, pero el hueco que deja el argentino de cara al gol es harina de otro costal. El bosnio Dzeko tendrá que estar a la altura de una cita que podría ser inane si el apaño antes citado en el grupo A se produjese aquí entre el Bayern de Munich y el CSKA de Moscú. Aunque no creo que Guardiola se prestase.

Con todas estas finales a disputar entre hoy y mañana, la Champions League alcanza un atractivo importante en esta jornada. Esperamos que este repaso haya situado al lector y veremos si alguno (o todos) de los grandes equipos nombrados continúan en la máxima competición continental. Pero hasta las 22:30, en algunos despachos sobre todo, habrá pánico en la Champions.