Hay elementos dentro de un campo de fútbol a los que el espectador da categoría de normalidad. No nos plateamos por qué antaño habrían de haber sido concebidos de otra manera. Uno de estos ejemplos son los palos de las porterías que son redondos. Sobre el papel no tienen mucha historia, de forma cilíndrica y de aluminio. Sin embargo, el que hayamos llegado a este diseño tiene su historia y con un protagonista español.
Tenemos que remontarnos al 31 de mayo del año 1961. FC Barcelona y Benfica disputaron la final de la Copa de Europa en el estadio Wankdorfstadion de Berna. El conjunto culé partía como claro favorito al contar en sus filas con jugadores como Ramallets, Luis Suárez (quien tenía ya su traspaso al Inter de Milan firmado), Ladislao Kubala o Czibor. Sin embargo, el resultado final fue de 3-2 para los portugueses quienes contaron a su favor con un aliado inesperado, los postes de las porterías.
De diseño cuadrado, la final tuvo la inusual cifra de seis balones estrellados contra la madera, todos a cargo del FC Barcelona. Tal fue lo insólito del hecho que el encuentro ha pasado a la historia como «la final de los palos».

Tras el encuentro las dos plantillas, con sus directivos se fueron a cenar con representantes de UEFA y del periódico francés L’Equipe. Los blaugrana mostraron su malestar a UEFA ya que consideraban que los palos cuadrados debían desterrarse definitivamente del fútbol. Los motivos eran en primer lugar por seguridad ya que el impacto de un jugador contra la madera cuadrada podía tener consecuencias fatídicas. Y en segundo término porque según su teoría, de haber sido los palos redondos alguno de los seis disparos habría sido gol.
Yo estaba sentado al lado del director del periódico francés y me dijo que se me veía muy deprimido. Le comenté que no entendía que los postes fuesen cuadrados, pero uno de los dirigentes de la UEFA me comentó que en el fútbol no se podían cambiar las reglas.»
Enrique Orizaola
El verdadero impulsor de la medida fue el propio entrenador del FC Barcelona, el cántabro Enrique Orizaola. En un primer momento UEFA se negó al cambio. Sin embargo, tan solo un mes y medio más tarde, los mandamases del fútbol continental terminarían aprobando la medida y los palos de todas las porterías serían redondos.
Estas pequeñas historias y sus anécdotas ayudan a conocer la Historia,con mayúscula,de este nuestro deporte.
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