El 26 de mayo de 1999 se produjo uno de los milagros más extraordinarios de la historia del fútbol. El Manchester United FCperdía 0-1 frente al Bayern Munich en el minuto 91 de la Final de la Liga de Campeones. Solo dos minutos después, el marcador del Camp Nou reflejaba un 2-1 favorable a los ingleses gracias a los goles de Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solskjær. El noruego cumple hoy 46 años y desde el banquillo de los Red Devils está realizando otro milagro.
El equipo de Old Trafford era un desastre a mediados del pasado diciembre y los pobres resultados terminaron con el despido de José Mourinho. El Manchester United FC estaba a once puntos de la cuarta plaza y ahora tan solo a uno y hace una semana accedió a los Cuartos de Final de la FA Cup tras derrotar al Chelsea FC en Stamford Bridge. El único lunar es el mal resultado cosechado frente al PSG en la ida de los Octavos de la Champions League, donde cayó derrotado en su feudo por un claro 0-2.
¿Y a qué se debe esta sorprendente mejoría? Pues habrá de todo un poco. No puedo poner en duda la valía de Ole Gunnar Solskjær como entrenador pero tampoco puedo asegurar que estamos ante un técnico muy capacitado. Creo que la clave reside en que está sabiendo gestionar a un buen equipo de fútbol que, por diferentes motivos, no rendía bajo las órdenes de José Mourinho. Huele a que los futbolistas le hicieron la cama al portugués para provocar su despido, y eso es tan creíble como perjudicial para la imagen de los jugadores, puesto que no se trata de una acción que brille por su profesionalidad.

De una manera u otra, la realidad es que el Manchester United FC empezó a funcionar en cuanto el noruego tomó el mando de las operaciones. Una voz tan contundente y con una jerarquía infinita en el club de Old Trafford como la de Sir Alex Ferguson apuesta por la continuidad de su antiguo futbolista, según ha publicado el “Daily Mail”. Los números juegan a favor del actual técnico de los Diablos Rojos, pero aun deber certificar esta buena racha con un final de temporada que permita a su equipo acceder nuevamente a la Liga de Campeones e intentar lograr el título de la FA Cup.
Si consiguiera esas dos cosas podríamos volver a hablar de otro milagro de Ole Gunnar Solskjær, aunque no llegue a la dimensión del que se produjo en Barcelona hace casi veinte años. Lo de aquella noche fue inaudito y raramente se podrá volver a repetir en un partido de tanta trascendencia. Seguro que hoy cuando el noruego sople las velas de su cumpleaños pedirá por un tramo final de campaña exitoso. Felicidades.