El pasado 24 de octubre fue un día especial. Tal vez no para todo el mundo, ya sabéis, un miércoles cualquiera, día normal y corriente para el común de los mortales en el que hay que seguir la rutina diaria de trabajo y demás.
Pero para mí, y supongo que para un gran número de madridistas, fue especial porque, en nuestro corazón y en nuestra memoria, hay un hueco reservado para ocasiones especiales como el día en que se cumplen 20 años del debut de una de las más grandes estrellas del Real Madrid: Raúl González Blanco, el eterno capitán.