Nosotros éramos un club serio. Pequeño, modesto, pero firme y orgulloso. Como aquel corredor de maratón alejado del podio. Muy probablemente nunca gane la pugna, rara vez rascará medalla, pero siempre terminará la carrera.
No hemos acaparado muchos flashes a lo largo de nuestra historia. En Europa y en el mundo, Santander “sólo” es un banco (y una hermosa ciudad). Bueno, quizás me equivoque, en Brasil pusimos nuestra “semillita”. Un engendro llamado “Racing Primavera”.
A nuestro ritmo, a veces en 1ª, a veces en 2ª, o donde tocase, siempre nos hemos sentido orgullosos del balón y la bandera que adornan nuestro escudo. Raza, nobleza, hombría, pundonor…han sido nuestras principales armas a lo largo de nuestra extensa historia. No somos un equipo gris. Más bien están intentando arrancarnos los colores del corazón a base de garrafonazos de aguarrás. Pero no lo conseguirán.

Escribo (lo intento) para defender y dar a conocer nuestra historia. Puede que tú seas de los que se han movilizado en contra del esperpento. Cada uno, a nuestra manera, de la forma que mejor creemos que podemos hacerlo, intentamos mantener viva la llama del racinguismo. Poniéndote esa camiseta del 98 para dormir, luciendo la bufanda en el coche, enchufándote tu ración diaria de droga dura verdiblanca…Da igual la forma. En el fondo se trata de lo mismo.
¿Cuándo empezó a torcerse todo? Quién sabe. Quizás la llegada del primer mesías del este fue el comienzo de la maldición. Sí, “aquella paloma que cagó en mi tejado cuando entrené al equipo de mi vida”, como decía un MITO que se nos dejó el año pasado (Descansa en paz, Manolo).
Los cuentos hindúes acabaron por hundirnos. Sin olvidar las manos “de la casa” que nos ha llevado a la difícil situación actual. Cierto que hemos disfrutado de recientes años mágicos. Quizás aquella felicidad no nos dejo ver la profundidad del oscuro bosque. Tal vez mientras la pelotita entraba y soñábamos con Copas y Uefas…Quizás ese sea el origen de todos los males…
Hoy en día somos un inmenso solar. Sin plantilla, sin entrenador, sin organización. Caos. No se habla de fútbol, sólo de jueces, juezas, juicios y letrados.
Me gustaría que vosotros, los que controláis los destinos actuales del club, no olvidéis lo que representa lo que tenéis entre manos. Sabéis que este bendito equipo es algo más que fútbol. Es una pasión que nos une. Abuelos, padres, nietos. Irracional. Reflexionadlo, aunque sólo sea durante un minuto.
Setién, Alsúa, Ceballos, Sañudo, Benito, el córner de Mesones, la fuente de Cacho, el Tirabeque, la Gradona.. ¿Os dicen algo éstas palabras?
Señores, el Racing no es un juguete. Por favor, no lo rompan.
Magistral. Aupa Racing!!
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