De ser convocado por Del Bosque, a no llegar a debutar jamás con la absoluta. De marcar en una Final de Copa, a ser suplente contra un Segunda B. De renovar en marzo hasta 2018, a pedir su traspaso en el próximo mercado de invierno. Así de cuesta abajo ha ido la carrera de Martín Montoya. Siempre a un paso de la gloria absoluta. Algo que parece que no conocerá como blaugrana.
Debe ser extraño que el mismo mister que te catapultó al primer equipo sea quien finalmente prescinda de ti. Finalizaba la temporada 2010/2011 y el Barça B de Luis Enrique conseguía el tercer puesto de la Liga Adelante, la mejor clasificación de la historia del filial. Martín Montoya era amo absoluto del carril derecho. Llevaba un par de años apuntando maneras y escalando categorías a un ritmo vertiginoso. Un lateral derecho ofensivo, joven, rápido y con llegada, producto 100% de la cantera, que parecía que sería el sustituto perfecto de Dani Alves en un futuro no muy lejano. Ya en el 2009 había debutado de titular en el Camp Nou en el Trofeo Joan Gamper. En el 2011 se estrenó en la Liga BBVA antes de cumplir los 20. Un bonito año en el que ganaría la Eurocopa sub21, sería convocado por La Roja y que cerraría marcando en Champions.
Pero aún pasaría una temporada más en el filial alternando actuaciones con el primer equipo. Pudo aprovechar la lesión de Alves para ser titular y marcar en la Final de Copa de 2012 contra el Athletic. Y fracasó como el resto de la Selección Olímpica de fútbol en los JJ.OO de Londres. En la temporada 2012/2013 le dieron ficha del primer equipo, llegando a disputar 24 partidos oficiales, marcando 1 gol. Pero ahí acabó su proyección. Al año siguiente su participación se redujo a 19 partidos. Y esta temporada tan solo ha disputado 90 minutos. Luis Enrique no cuenta con él.

Es difícil pedirle rendimiento a un jugador habituado al banquillo. Pero lo cierto es que las actuaciones de Montoya en los últimos dos años han dejado mucho que desear. Lo lógico es que se le buscara un sustituto. La cosa se complicó cuando el elegido fue un tal Douglas, quien nadie conocía hasta hace apenas cuatro meses, y que ha demostrado en los dos partidos que ha jugado que quizá era mejor quedarse con lo conocido. Más aún teniendo en cuenta que probablemente el Barça no podrá fichar hasta 2016.
El próximo día 10 el Barça se juega el primer puesto del grupo de Champions contra el PSG. Alves está sancionado y podrá dedicarse a sus cosas. Douglas no da la talla. Y Montoya piensa ya en Valencia o Liverpool. Tres laterales derechos para que seguramente al final juegue Adriano. Consecuncias de la pésima gestión de Zubizarreta.