José Miguel González Martín del Campo, Míchel, es uno de los entrenadores de moda en el fútbol europeo actualmente al conseguir que su equipo, el Olympiacos griego, tenga contra las cuerdas en los octavos de la Champions al todopoderoso Manchester United. Como jugador fue uno de los míticos integrantes de la Quinta del Buitre y es leyenda en el Real Madrid, donde obtuvo 6 Ligas, 2 Copas del Rey o 2 Copas de la UEFA. También es un histórico de la Selección Española, con la que disputó 66 partidos. Sin duda, es una de las piernas derechas más recordadas del fútbol español.
Carlos Valderrama, conocido con el apodo de «El Pibe», está considerado como uno de los mejores jugadores colombianos de la historia. Vistió la camiseta de su selección en 111 ocasiones, siendo el centrocampista más talentoso de una de las generaciones más recordadas de futbolistas de su país. Durante su carrera consiguió múltiples distinciones que le convierten en uno de los jugadores más renombrados del fútbol sudamericano.
Sin duda, estamos hablando de dos grandes futbolistas históricos, pero la primera vez que se cruzaron en un terreno de juego no dejaron para el recuerdo un duelo típico de jugadores de su nivel, sino una anécdota que marcó sus carreras, sobre todo la de Míchel.
En la temporada 91-92, Valderrama fichó por el Real Valladolid como estandarte del proyecto liderado por Maturana y que contaba también con el mítico portero Higuita. Aquella ilusionante unión no funcionó, descendiendo el equipo a Segunda División.
En la segunda jornada, el Valladolid visitó el Santiago Bernabéu y, tras varios roces entre ambos jugadores, en un córner contra la portería defendida por Buyo, Míchel quiso provocar a Valderrama dando lugar a una famosa foto… y a un cántico insultante sobre su orientación sexual que acompañaría desde entonces al mediocampista madrileño en los campos rivales.
El Comité de Competición impuso a Míchel una sanción económica dictaminando, literalmente, que el madridista «se situó a la izquierda de Valderrama y, con disimulo en el rostro, mas no así en su diestra, oprimió, con ésta, en dos ocasiones la secreta intimidad de aquél».
Y esta foto, pasó a la historia…
