Cuando se une un crimen, una colección de personajes que tienen algo que ocultar, o que al menos lo aparenta, cuando se reabren heridas del pasado y se mezclan con nuevas heridas, cuando el lector se pierde en pistas falsas o relee páginas enteras para tratar de encontrar indicios, tenemos una novela negra. Si además viene de la pluma de un apasionado por el fútbol, tratando de plasmar lo que se cuece en el interior de cualquier club poderoso de Premier League, tenemos este Mercado de Invierno, del escocés Philip Kerr.
Se trata de un libro de 416 páginas, pero de lectura rápida, de los que coger a ratos en unas vacaciones de verano o para pasar las tardes frías que, irremisiblemente, se nos van acercando, en un buen sofá. A pesar de cumplir con los cánones clásicos de la novela negra y ser claramente identificable como parte de ese género, su desarrollo no es demasiado oscuro. Queda suavizado por el oropel y el brillo del fútbol profesional moderno que sirve de marco a la historia.
Esta es la primera novela de la trilogía que el autor publicó, entre 2014 y 2015, con el personaje de Scott Manson como protagonista. Las otras dos novelas también tienen nombres tan futboleros como La mano de Dios y Falso nueve.
Philip Kerr es conocido internacionalmente por su manejo de este género, la novela negra, si bien también público varios títulos dedicados al público juvenil. La versatilidad fue un rasgo durante toda su vida, ya que, tras licenciarse en Leyes en Birmingham, se dedicó a trabajar para varias agencias de publicidad, para, en la década de los 90, centrarse en su carrera literaria.
En esos primeros años, alcanzó gran fama a nivel mundial con su exitosa trilogía berlinesa, que dio pie a la serie de novelas del detective Bernie Gunther, ambientada en la Alemania nazi. Este fue su personaje más famoso y prolífico, ya que a aquella primera trilogía, le seguirían otras once publicaciones más con el mismo protagonista, si bien transcurrieron 15 años desde el fin de la trilogía berlinesa hasta la vuelta de Bernie Gunther a las páginas de una novela.

Por medio, puso en marcha estas tres novelas con Scott Manson como protagonista que, de algún modo, pudo servirle de refresco, dando rienda suelta a su pasión y conocimiento del mundo del fútbol. Desgraciadamente, su fallecimiento en 2018 a los 62 años, nos negó la opción de ver si continuaría uniendo fútbol y novela negra.
El libro nos cuenta lo acontecido en la ventana de fichajes de enero de un club grande de la Premier League, desde el punto de vista del segundo entrenador. Scott Manson es un exfutbolista escocés que ha desarrollado su carrera en el Arsenal inglés. Sin querer contar mucho, cabe apuntar que la carrera de Scott se vio truncada por un ingreso en la cárcel por un crimen que no cometió.
El libro imagina la existencia de un club, el London City, surgido de la compra por parte de un multimillonario ucraniano de varios equipos del este de Londres. Este equipo que, por su reciente creación, aún lucha por hacerse un hueco en lo más alto de la Premier, cuenta con un entrenador portugués con una personalidad peculiar, algo bocazas, odiado y querido a partes iguales, y considerado como uno de los mejores del mundo (¿os recuerda a alguien?).
Entre medias de resultados, fichajes, la acumulación de partidos propia del boxing day, jugadores con comportamientos poco profesionales, dueños excéntricos, prensa impertinente y demás elementos habituales de la gestión de un gran club de fútbol, una serie de situaciones complicadas y crímenes sin resolver, sitúan a Scott Manson en un mercado de invierno que va a cambiar su vida completamente.
Se trata de una novela en la que el autor vuelca su pasión por el fútbol casi a modo de pasatiempo. De hecho, lo que en principio resulta divertido para cualquier futbolero, como es el hecho de que el protagonista y narrador de la historia entrelace personajes y hechos reales del fútbol de los últimos años para explicar las situaciones que van apareciendo, acaba haciéndose algo pesado e innecesario. Como una exposición excesiva de datos que cualquier aficionado conocería y que aportan más bien poco a la narración, o la aparición de personajes como el dueño multimillonario del este o el entrenador portugués que tanto recuerdan a personas concretas reales.

Cabe decir también que, aunque el libro se lee de manera fluida, hay una parte del mismo en la que se pierde demasiado en vericuetos que aportan poco a la trama final. Sobre todo cuando la fase de desenlace del misterio acaba resolviéndose de una manera demasiado rápida y casi casual. Después de horas de lectura, sabe a poco la manera en la que el autor nos lleva a la solución final, sin terminar de explicar muy bien cómo el personaje principal puede llegar a atar ciertos cabos. Sobre todo porque, siendo este personaje el narrador, no se entiende el momento en el que cambia de opinión respecto a la resolución del crimen que sirve de hilo conductor a la historia.
No obstante, sin ser un libro que vaya a resultar inolvidable, ni suponer una cumbre dentro del género de la novela negra, es un buen libro para quienes no tenemos mucha experiencia en ese género y, además, nos gusta el fútbol. Sobre todo, por lo que nos ayuda a entender del funcionamiento interno de un club de este nivel, que parece muy bien documentado, a pesar de que le falte cierta solidez en la narración de lo que rodea al crimen y a su resolución.