Me gusta esta Liga. Aunque se haya ido Cristiano Ronaldo. No se puede negar que fue una pérdida importante para el negocio y para el propio espectáculo, pero la crisis de un mastodonte como el Real Madrid genera interés. Además viene acompañada de la destitución poco amistosa del entrenador, un Julen Lopetegui que es mejor que no mire atrás, puesto que sus días “más felices” parece difícil que vuelvan. El Real Madrid renacerá, es algo que todos sabemos, pero hacía mucho tiempo que algo así no sucedía de forma tan profunda en ninguno de los dominadores de la Liga y el favor que nos hace a los que amamos la emoción por delante del abuso es de agradecer.
Me gusta esta Liga. Por las dificultades que hasta hace poco encontraba el Barcelona para ganar sus partidos. Por las mismas razones esgrimidas acerca del Real Madrid, hubo un momento en esta Liga en la que parecía que el Barcelona tampoco estaba fino y, en mi opinión, eso también hubiese sido una gran noticia. Pero un paso hacia delante de Luis Suárez, Coutinho y el resto del equipo (salvo despistadas excepciones como la de Ousmane Dembelé, cada día más perdido) tras la lesión de Leo Messi, parece que va a acabar con los sueños de quienes anhelamos una competición de las de verdad, de las que tienen muchos candidatos.
Me gusta esta Liga. Por el Sevilla. Porque siguen la filosofía del «no escucho y sigo» y ahí siguen. Por su descaro ofensivo y su falta de conformismo. Por su competitividad y su reparto coral. Porque se lo creen.
Me gusta esta Liga. Por el Atlético. Al trote, pero sin descanso. Vuelven a aparecer fisuras en algunos partidos, pero paso a paso se consolida y siempre aparece ahí arriba. Que si no juegan bien, que si son demasiado defensivos, que si dominan el caparrosiano “otro fútbol”. No están brillando sus estrellas, apagados Diego Costa y Griezmann y aun así miren donde están… A poco que esos dos empiecen a carburar, difícil será que no compitan el título.
Me gusta esta Liga. Porque equipos llamados a mayores hazañas como el Valencia, el Athletic de Bilbao o el Villarreal no encuentran el camino. A poco que no cambien las cosas en pocas jornadas comenzarán las dudas, las prisas y las decisiones precipitadas. La Liga les necesita, pero no espera a nadie.
Me gusta esta Liga porque al fin se generan debates de fútbol. Porque unos quieren ganar con la posesión y otros con la profundidad, porque hay maestros en mantener su puerta a cero y auténticas explosiones de fútbol ofensivo. Me gusta esta liga por la defensa del Getafe y por las “contras” del Levante, por la fluidez del Espanyol y por la verticalidad del Sevilla, por el control del Betis y por la sorpresa del Valladolid.

Pero lo que ahora mismo me está encantando de esta Liga es el Deportivo Alavés del “Pitu” Abelardo. Porque elevan la palabra “equipo” a la enésima potencia. Porque hacen de la fe bandera. Porque comienzan los partidos con los pies en la tierra y los terminan agarrados a una nube que dispara la ilusión, aunque ahí está el entrenador para bajarlos de nuevo. Pero hasta a él le encanta despegar. Y a quién no.
Ver así a la gente de Vitoria, que ya pudieron disfrutar de la Final de Copa del Rey de 2017, me trae recuerdos inevitables. Dortmund, en el mítico Westfalenstadion, en una noche de mayo de 2001 casi se consuma una de las grandes proezas del fútbol moderno, un Alavés modesto se plantó en la final de la Copa de la UEFA ante el Liverpool. Y fueron capaces de marcarle cuatro goles, pero no pudieron contra los ingleses. Aquella noche yo era del Alavés. Jamás he pisado el suelo de Vitoria. Pero aquella noche era del Alavés. Seguro que tú, que recuerdas aquella final, una de las mejores de la historia, también eras del Alavés y seguro que todavía no has pisado el suelo de Vitoria. Imperdonable, tanto para mí como para ti. Maldito gol de oro. Maldita regla del gol de oro. Recuerdo a Javi Moreno, a Iván Alonso a Jordi Cruyff… Pero aquel era un gran equipo, con todas sus letras.

Aquella UEFA de 2001 no fue una competición cualquiera. Creo firmemente que fue el ejemplo para otros clubes de la Liga Española. Desde aquel año, los equipos españoles han ganado la competición en nueve ocasiones. Una vez el Valencia, tres el Atlético de Madrid y cinco el Sevilla Futbol Club, máximo ganador de esta competición. Además, Espanyol y Athletic han jugado sendas finales.
Me gusta la Liga cuando los actores llamados a ser secundarios se convierten en grandes protagonistas. Cuando los guiones previsibles y dignos de la sobremesa de alguna de las cadenas televisivas en las que todos pensamos son superados por realidades emocionantes y emocionales.
Me gusta la Liga cuando hablamos de fútbol, táctica y técnica. Cuando hablamos de futbolistas y no de personajes. Porque aunque el VAR funciona a medias, poco a poco crece la Justicia, aunque pare los partidos 5 minutos.
Me gusta la Liga hoy. Penúltimo día de octubre de 2018, porque hay equipos como Alavés, Espanyol o Valladolid que no se han conformado con el papel que les han dado y quieren más, sin ponerse límites.
Sería un sueño poder gritar a los cuatro vientos lo que me gusta esta Liga y que, al mirar el calendario, me diese cuenta de que todo esto que he contado estuviese pasando en el próximo mayo.