Uno de esos libros que marcaron mi juventud fue la obra de Alejandro Dumas, El Conde de Montecristo. Con su estilo inigualable, el escritor francés narra la historia de una traición. Un complot orquestado por Danglars, empleado de una naviera venido a menos cuya envidia hacia el joven capitán Edmundo Dantés termina con éste en la temible prisión del Castillo de If.
El fútbol ha cambiado y Florentino Pérez se dio cuenta ayer, a través de WhatsApp. Ni todos los niños sueñan con jugar en el Real Madrid ni la palabra dada tiene ya valor. Kilian Mbappé utilizó al equipo blanco para sacar hasta el último petrodólar al emirato catarí. París será sinónimo de Mbappé durante las próximas tres temporadas, poder absoluto para un jugador convertido en monarca del dinero. Ésa quizás sea la única buena noticia.
22 años del fichaje de Figo por el Madrid, ideado en su momento por el hoy presidente blanco para ganar las elecciones, el número uno de las traiciones futbolísticas se ve desbancado por un chaval de los suburbios parisinos que ha sido capaz de rechazar en hasta dos ocasiones y sobre la bocina al equipo de Concha Espina.
Por un lado tenemos el tema del Fair Play financiero, el cual parece no ser aplicable a todos los clubes. Es obvio que el PSG es un equipo dopado por Catar mediante sponsors estatales que pagan cifras fuera de mercado. Llama la atención que el señor Tebas alce la voz hoy y no lo hiciera cuando los mismos protagonistas pagaron 222 millones de euros a toca teja por llevarse a Neymar. En fin, es un problema cuando la gestión se mezcla con el bufandeo.
Por otro lado tenemos a Florentino Pérez, uno de los empresarios más exitosos de España. Cuesta creer que alguien de su nivel, y con los antecedentes del jugador que ya rechazó al Madrid estando en el Mónaco, no tuviera ningún tipo de indemnización firmada. Con Figo en su momento sí la incluyó, de hecho cuentan que el propio portugués llamó a Gaspart pidiendo que el Barsa pagara dicha cifra y reconociendo que se había equivocado. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y, o Florentino ha perdido facultades negociadoras o simplemente ha pecado de ingenuo creyéndose su propia historia de amor incondicional a los colores.
La estocada para el Madrid en lo deportivo es de órdago. No sólo se queda sin el jugador llamado a liderar la próxima década sino que por el camino vio desaparecer a Haaland. Ni plan A ni B. La nada más absoluta acompañada de un ridículo mediático. Dicho lo cual, creo que el Madrid evita un problema porque este chico entre el entorno que tiene y lo tintes de divo que se vislumbran iba a adueñarse del club.
Otra parte que sale mal parada de este esperpento es la prensa. En búsqueda de dar la primicia, muchos medios se lanzan con afirmaciones que se sustentan en humo. Cada vez cuesta diferenciar más los profesionales de los que sólo buscan el momento de gloria. Un mal que lamentablemente sufre el aficionado que busca información de calidad.
Y por último tenemos a Mbappe. Un jugador que antepone lo económico a lo deportivo, nada nuevo en el fútbol actual. Sin embargo, estamos hablando de un futbolista que pese a haber logrado éxitos notorios, está lejos de ser a día de hoy una leyenda. Llama la atención su preferencia por seguir ganando la «liga de granjeros» a la par que su cuenta corriente rebosa a fichar por un club que le brinda lo que precisamente el PSG no puede comprar, la historia.
En definitiva Mbappé toma el testigo en el género de las traiciones. El Danglars del Siglo XXI.
Es la cara fea de nuestro deporte,la mercantilizacion y el chalaneo que lo enfangan y enturbian,en fin una vez más vemos que en la sociedad actual la palabra y el compromiso entre caballeros ha pasado a mejor vida.Aparte de esto estoy en la idea de que su ausencia beneficia más que perjudica al Madrid,no en su orgullo o su poquito de soberbia,pero si en su funcionamiento interno,aunque perjudica al fútbol nacional la ausencia de un jugador que da mucho juego no solo en el campo sino en la atención que puede despertar a medios y aficiones.
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