Ayer se definieron las semifinales de una nueva Champions League confirmándose varios aspectos: es muy difícil conseguir dos remontadas épicas en un mismo año, los madrileños están abonados a la gloria por su nivel y el equipo de moda es el Mónaco. Solventadas estas máximas, ya conocemos a los cuatro aspirantes a la orejona. No sabemos si el azar nos deleitará con un nuevo derby madrileño en la gran final o si se verá descafeinado, pero a doble partido, en la ronda precedente.
Lo que sí podemos afirmar es que enfrente hay rivales de peso. La Juventus de Allegri a la que Italia se le queda pequeña y la revelación monegasca que pone en jaque al PSG del jeque. Ambos en una trayectoria ascendente motivada en buena parte por el estado de forma de dos delanteros: Falcao e Higuaín.
Radamel y Gonzalo, Tigre y Pipita forman parte ya del Cementerio de los puntas olvidados, permítaseme la expresión como homenaje a Ruiz Zafón. Ese lugar en los anales en el que conviven grandes jugadores de la Liga, que por aventura o pérdida de nivel, que decidieron cambiar de aires. Un lugar en el que habitan los nueves que vistieron los colores de los grandes y fueron sucedidos en la responsabilidad por nuevos arietes. Esta experiencia pasada, salvando el cariño de la grada, puede servir de acicate para dos jugadores que ya saben lo que es vestir la camiseta de los equipos capitalinos.

Podrá redimirse Radamel Falcao, que ha vuelto a encontrarse en el Principado para gloria del fútbol. Tras ganar en dos cursos: dos Europa League, una Copa del Rey y una Supercopa de Europa, dejaba el Atlético de Madrid para fichar por el Mónaco en un gran negocio. De hecho, hay que tener en cuenta que ya había perdido protagonismo frente a Diego Costa. Pero una grave lesión el primer año, le obligó a ser objeto de millonarias cesiones a Manchester United y Chelsea. No triunfó en la Premier y esta era la temporada clave para resurgir en el club que apostó por él y dejar atrás la larga sombra de China y Dubai. 25 goles (7 de ellos en Champions) en 32 partidos confirman una vuelta en la que podría vengar su pasado atlético.
Y podrá vengarse Gonzalo Higuaín, que fue el sacrificado de la dupla que formaba con Benzema en un Real Madrid overbooking. Nunca acabó de convencer pese a su largo periplo, comenzada muy joven, y decidió sabiamente poner rumbo a un fútbol propicio, el italiano. Su paso por el Nápoles lo convirtió en ídolo para San Paolo y la Juventus lo incorporó este año para ofrecerle un reto a su altura. 29 goles (3 de ellos en Champions) en 44 partidos son unas cifras demoledoras para el delantero argentino. Seguro que de poder, elegiría un cruce ante el Real Madrid para demostrar a Florentino Pérez que se equivocó al convertirlo en transferible y reavivar el eterno debate de la idoneidad de Benzema.

Esta Champions League se acerca a su final y de momento, en semifinales, podemos decir que se trata de Madrid (y sus dos equipos) y los puntas olvidados: Higuaín y Falcao.