Un recurso que empleo con mucha frecuencia cuando quiero que mis jugadores adquieran automatismos del sistema con el que afrontamos los partidos son los juegos de posición. Este tipo de ejercicios te dan mucho margen de maniobra pues son moldeables y adaptables
.El único requisito imprescindible es conocer a la perfección el sistema y con ello saber qué queremos de nuestros jugadores. Primero decidimos en qué aspecto queremos focalizar el objetivo, una vez sabemos esto «inventamos» el juego.
Supongamos un sistema con dos laterales con clara vocación ofensiva y un portero que queremos que maneje el juego de pies para que participe en la fase de iniciación del juego, y con ello automatizar el jugar por los sectores exteriores.

En la imagen podemos ver la zona delimitada con capuchos y 4 jugadores fuera, uno en cada lado del rectángulo. Dos son porteros, en los lados cortos y otros dos en los lados largos que serán nuestros laterales, dando apoyo a lo largo del rectángulo.
El objetivo es llevar el balón de un portero a otro lo más rápido posible pero pasando por dentro y por al menos un lateral. Con esto fomentamos esa profundidad del lateral que exigiremos los fines de semana. Otro juego de posición podría ser una evolución del anterior, situando a dos jugadores centrales en cada lado corto, en lugar de los porteros. En la imagen podemos ver la disposición de los jugadores.

Las consignas que pongáis para este ejercicio dependerán de vuestros objetivos como bloque. Por ejemplo, si yo planteará un sistema 4-3-3 con laterales profundos plantearía la situación de la imagen superior, obligando que de los 3 jugadores que están en la zona interior solo uno pueda estar en la mitad de los centrales poseedores de balón.
De esta forma no ahogamos la salida de balón. También puedo obligar a los centrales que cuando reciban entren conduciendo en la zona interior para crear superioridad. La imaginación en este sentido es libre siempre y cuando se cumplan las exigencias arriba mencionadas.