El pasado sábado cumplimos 10 años. Efectivamente, fue un 12 de noviembre de 2012 cuando TresCuatroTres vio la luz. Desde aquel día hemos publicado 2.583 artículos y estamos muy orgullosos de ver cómo nuestro rincón sobrevive en una era donde cada vez se tiene menos pausa para leer y analizar.
Como viene siendo ya una tradición, algunos de los componentes de la redacción hemos elegido aquellos jugadores con el 10 a la espalda que más nos han marcado. Esperamos que disfrute con este artículo y, de parte de todo el equipo, muchas gracias por el apoyo en todo este tiempo.
Tony Polster
Jorge M.Rodrigo

Llevar el 10 en cualquier equipo es una responsabilidad, grandes jugadores lo han llevado en equipos míticos durante toda la historia, pero cuando eres un niño enamorado del fútbol y has visto vídeos de Pelé, Maradona, Platini o Gullit (éste ni en vídeo porque venía de la Euro del 88 el año que el Sevilla fichó a Anton Polster) pues las expectativas que tienes son mucho mayores.
Con él llegó mi primera camiseta del Sevilla con el dorsal número 10, con la que metí casi tantos goles como él, y con él vi algo que jamás había visto nunca y algo que más de 30 años después no he vuelto a ver ni en la época más laureada del club, a un futbolista con mi escudo metiendo 33 goles en liga. Un jugador que medía 1,88 y que tenía una calidad tremenda en su pierna izquierda con la que, igual, te metía un zambombazo que entraba por la escuadra, que un toque sutil con efecto que entraba por esa misma escuadra.
Verle con la pelota pegada al pie hacía que supieras que algo iba a pasar, cuando no se podía ver el fútbol por televisión y escuchabas gol del Sevilla por la radio sabía que su nombre era lo siguiente que ibas a escuchar, gran futbolista, con calidad, goleador y que, además, era una persona simpática fuera de los terrenos de juego. Fue mi ídolo de mi infancia futbolística y lo elijo por encima de todos esos grandes jugadores, de todas esas leyendas, porque me hizo ver que no tenía que mirar a otros equipos o países para encontrar un 10 a su altura, que lo podía ver en directo cada dos domingos al lado de mi casa, por eso fue mi ídolo y el de muchos niños sevillistas de la época y por eso para mí elegido en los 10 de nuestra vida.
Ronaldinho
José Luis Ruiz

Samba. Magia. Genialidad. Diversión. Cada cierto tiempo los planetas del fútbol se alinean para regalarnos otros jugadores. Cracks a los que compartir profesión con la mayoría de los futbolistas debiera parecer un insulto. Porque juegan a otra cosa y no sólo marcan (goles)… también te marcan. Ídolos como el mío: Ronaldo de Assis Moreira. Ronaldinho Gaucho. Un 10 que en su CV podría hablar de facilidad para el regate, una visión de juego exquisita para asistir con cualquier parte del cuerpo incluso sin mirar y un golpeo de folha seca incomparable. Pero lo mejor era su alegría, la sonrisa eterna que hablaba de otro fútbol, el del divertimento.
Fue la piedra angular del primer gran Barça del siglo, el de Rijkaard, con el que lo ganó todo, aunque también pasó previamente por el PSG y luego, en un paulatino declive, por Milán antes de volver a casa. Y es que todos estos artistas del balón, como Mágico o Djalminha, no están hechos para jugar 50 partidos al año, se aburren. Y ya se sabe, la genialidad muchas veces está reñida con la disciplina. Aun así, Ronaldinho ha dejado una huella indeleble entre los futboleros de mi generación y de otras. Cuando el fútbol se acabe convirtiendo en físico puro, en estadísticas, siempre nos quedará el Gaucho… y su sonrisa.
Michael Laudrup
Manuel Infante

El primer paso es llegar en el diccionario hasta la letra E. Luego, se busca la palabra elegancia, cuya definición es “lo que se asocia a la distinción que hace que alguien destaque sobre los demás”. Sin duda, se trata de una virtud innata.
Sin embargo, en el argot futbolístico, la palabra elegancia se escribe con la L de Laudrup. Concretamente, de Michael Laudrup.
Solo un jugador con una virtud innata es capaz de protagonizar un hecho insólito como hizo Michael en el plazo de un año.
El 8 de enero de 1994, el Barcelona goleó a su eterno rival, el Real Madrid, por 5-0, con Laudrup participando activamente como jugador blaugrana. El 7 de enero de 1995, el Real Madrid, que había contratado al genial jugador danés esa temporada, le devolvió la manita a los azulgrana con una destacada actuación de Michael.
Capaz de dar pases inverosímiles, mirando hacia otro lado, Laudrup hacía buenos a sus compañeros, sin importar el escudo que llevasen. Por eso fue un futbolista distinto a los demás. Un futbolista perfectamente capacitado para portar el número más emblemático del deporte rey.
Lionel Messi
Antonio Ros

Qué se puede decir del mejor de todos los tiempos que no se haya escrito ya. Recuerdo perfectamente aquél debut contra la Juventus en lo que, normalmente, era un soporífero trofeo Joan Gamper. Aquel menudo jugador era diferente, no se arrugaba hasta el punto de volver literalmente loco a nada más y nada menos que Lilian Thuram. Luego supimos que la impresión que había causado en los culés era compartida por lo que saben de esto. Fabio Capello, entrenador en aquel partido de la Juve reconocería más tarde: «A los 25 minutos me acerqué a Rijkaard y le pedí la cesión de Messi. No había visto nada igual”.
El resto no lo podíamos haber soñado. Un jugador que simplemente llevó al Barcelona a otra dimensión. Como muestra un botón, en la era pre-Messi, el conjunto culé sólo había ganado una Champions que ya iba cogiendo polvo en la sala de trofeos (1992). Tras abandonar el club, 16 temporadas después y de una manera abrupta, los blaugrana presumen de 5 Copas de Europa en sus vitrinas y no se unió una sexta de puro milagro.
Jugador completo, irrepetible. Con el balón pegado al pie en carrera, algo muy difícil de ver, capacidad de desborde y cambio de ritmo fuera de lo común y una capacidad para entender el juego que lo convierten en el mejor de siempre. Lionel Messi, el 10 por antonomasia.
Ferenc Puskas Biro
Vicente Jesús Bernal Tortosa

Pronto se ganó la simpatía de todos los aficionados por su simpatía, cercanía y amabilidad personal en su trato con ellos. Puskas habló sobre el campo formando junto con Santamaría, Gento , Kopa, Alfredo Di Estefano, Rial y Dominguez, una legendaria y mítica punta de lanza de ataque tan compenetrada como irrepetible.
Como delantero destrozó todos los récords, ganándose los apodos de Cañoncito pum pum con esa inolvidable y salvaje pierna izquierda, y Pancho.
Su palmarés lo define como un extraordinario jugador de zurda inigualable, 3 Copas de Europa, 1 Copa Intercontinental, 5 Ligas y 1 Copa de España con la elástica meregue y pichichi en cuatro ocasiones.
Sin duda de los dieces atacantes más grandes de la historia, y poco conocido.
De los 262 partidos oficiales jugados, anotó 242 goles, una media muy cercana a uno por partido jugado, ahí es nada.
La FIFA tuvo la deferencia de reconocer su extraordinaria trayectoria, bautizando con su nombre el trofeo al mejor gol del año.
Edson Arantes do Nascimento, Pelé
Paco Luna

Pelé, con él empezó todo. Cuando yo nací, Pelé se había retirado hacía casi un año ¿cómo puede ser uno de los jugadores de mi vida si no le he visto jugar? Es muy fácil. Pelé era el mito por excelencia, la leyenda, el gran símbolo del fútbol de los años 60 y 70. Algo más que un futbolista. Casi un ser mitológico.
Porque no solo es que se retirara antes de mi nacimiento, es que no eran tiempos en los que ver partidos del Santos o del New York Cosmos fuera cosa de buscar por internet, como puede ser ahora. Sí que fueron tiempos en los que la televisión empezaba su relación de amor con el fútbol, de ahí que nos hayan llegado muchas imágenes de Edson. En ellas hemos podido ver que Pelé lo inventó casi todo. Casi cualquier regate, filigrana o recurso que cualquier gran jugador haya utilizado después, de una u otra manera, ya lo hizo Pelé en su época.
Además, su mito se vio forjado en el mayor de los escaparates posibles. Tres títulos mundiales, con doce goles en catorce partidos. Campeón por primera vez con 17 años, repitió con 21 y se convirtió en el único hasta la fecha con tres títulos a los 29. En el Mundial del 66, una lesión provocada por un defensa portugués impidió que pudiera disfrutar, pero se vengó con el tercer título en México 70, liderando una selección brasileña que ha pasado a la historia como uno de los más míticos equipos de todos los tiempos.
Hoy que hablamos de los dieces en nuestro décimo aniversario, no podía faltar el jugador que elevó ese dorsal a la categoría de arte. El que lo convirtió en algo más que un número en una camiseta, la que más pesa y a la que más le exigirá cualquier purista. Si hablamos de dieces, hay que hablar de Pelé, de O Rei.
Mi enhorabuena por este redondo cumpleaños
y por el repaso de los mejores número 10 por parte de los redactores,ninguno desmerece y claro faltan otros como Maradona,Pelé,Zidane,Cruiff… pero es que las épocas,equipos y gustos dificulta la elección.
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Mi enhorabuena por este redondo cumpleaños
y por el repaso de los mejores número 10 por parte de los redactores,ninguno desmerece y claro faltan otros como Maradona,Pelé,Zidane,Cruiff… pero es que las épocas,equipos y gustos dificulta la elección.
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