El azar ha querido que sea este artículo el que inaugure los años veinte en TresCuatroTres. Felices años veinte, esperemos. Como no podría ser de otra forma, siendo un artículo que se publica el 1 de enero, vamos a tratar qué es lo que nos aguarda en el panorama futbolístico para este redondo 2020.
Como cita futbolística de mayor importancia en el concierto internacional nos encontramos con la Eurocopa, que dará inicio el 12 de junio de este recién comenzado año y se clausurará el 12 de julio. La principal novedad de esta edición es que no contará con una sede fija, tal y como había venido siendo lo habitual desde el cambio de formato allá por 1992. Y es que con anterioridad el campeonato europeo se jugaba a eliminatorias ida y vuelta hasta semifinales, en que se escogía una sede de entre los países correspondientes a las cuatro selecciones clasificacadas. Ello cambió, como se ha dicho, en 1992 a partir de la Eurocopa de Suecia (última gran cita internacional a la que ha faltado España) y se rompe esta dinámica en este 2020, en que habrá una gran cantidad de sedes diseminadas por distintos países europeos. Veremos cómo sale el experimento.
Como principal favorita, en mi opinión, la campeona del mundo, Francia. En un segundo plano, no habrá de perder de vista a las renovadas Italia y Holanda, a la siempre potente Alemania, así como a España y Bélgica.

Igualmente, otro de los acontecimientos cruciales a los que asistiremos los futboleros es la siempre interesante Copa América, que tras muchos años vuelve a coincidir con el campeonato europeo de selecciones. Tendrá lugar también entre el 12 de junio y el 12 de julio del presente año y como principal novedad contará con que la organización correrá a cargo de dos países por primera vez en la historia de este torneo, que es el más añejo de cuantos se disputan en la actualidad entre selecciones.
Los países anfitriones serán Argentina y Colombia. Entre la terna de favoritos, los tres de siempre: Brasil, Argentina y Uruguay; a los que se une en los últimos años el combinado chileno, que alzó las copas de 2015 y 2016, las únicas con las que cuenta en su palmarés. Otro de los alicientes de esta edición será la coanfitriona Colombia, o la estrecha disputa entre Argentina y Uruguay por copar el primer puesto dentro del palmarés histórico de esta competición.
Actualmente, los orientales cuentan con quince copas en sus vitrinas, la última en 2011, por catorce de los argentinos, quienes sufren una sequía preocupante desde nada más y nada menos que 1993. Ello acentúa aun más la presión que torneo tras torneo se cierne sobre la albiceleste, tanto proveniente de la prensa como de la afición, quienes no obstante nunca cesan de transmitir aliento y apoyo a los suyos. Será una de las últimas oportunidades para Messi de coronarse campeón internacional con su selección.
En el concierto nacional, se antoja una Liga disputada –este año sí- entre los dos de casi siempre: Barcelona y Real Madrid. Parece que este 2020 no nos va a deparar, como en la mayoría de ediciones anteriores, un monólogo del Barcelona, quien parece hallarse en una crisis de identidad y de juego notoria, con Ernesto Valverde siempre en el disparadero pese a ocupar el liderato de la tabla. Por su parte, el Real Madrid, pese a unos inicios muy titubeantes y difíciles, parece que este año no va a hacer dejación de funciones en la liga como en la mayoría de pasados años, en que tiraba la liga en compases bastante tempraneros del campeonato.
Sin duda uno de los puntos negros del campeonato liguero está siendo el ya por todos odiado VAR. Una herramienta cuya venida fue loada por prácticamente todos y que, año y medio después de su implantanción no se puede decir otra cosa que no sea que el desarrollo de ésta está siendo ostensiblemente deficiente. Desesperante e inexplicable el modo en que se está aplicando y desarrollando el VAR. Más que un VAR parece un bar de carretera, por no usar otra expresión malsonante que a todos se os vendrá a la cabeza. Decisiones inexplicables, oscurantismo por parte de los encargados, la decisión de no hacer públicas las conversaciones entre árbitros, manos flagrantes en línea de gol que no son ni siquiera revisadas, penaltis como castillos obviados, etc…
Un cóctel que tiene al aficionado bastante quemado con el VAR. Es éste el típico caso de buena herramienta mal usada. Una pena el derrotero que ha tomado el VAR. Esperemos que se ponga solución a esta vergüenza en lo que queda de Liga. Aunque, siendo realista, lo dudo. El corporativismo arbitral y otros factores no harán posible esta sustancial mejora que requiere el VAR. Para esta mentira de VAR, mejor nos habríamos quedado como estábamos. Es indignante que contando con la tecnología no hagas un uso adecuado de ella. Resulta mucho más irritante que un simple fallo arbitral de los de antes.
Y, por último, en el concierto europeo de clubes, el indiscutible favorito es el Liverpool de Klopp, que este año es una auténtica apisonadora en la Premier, donde no cuenta con rival. Sin duda, es el conjunto a batir. El desenlace se verá en Estambul, donde este año se juega la final para poner fin a la temporada de clubes el 30 de mayo. Mismo estadio donde el equipo de la ribera del Mersey ya se proclamó campeón de Europa bajo la égida de Rafa Benítez en aquella memorable e inolvidable final ante el Milan, remontando un 0-3 con que terminó la primera parte de aquel encuentro.