No falla, cada vez que el Barcelona patina sale Xavi Hernández en rueda de prensa para hacer un análisis exhaustivo del partido y terminar con la frase «es una pena porque lo habíamos hablado». Alguien debería decirle que una de dos, o tiene unos jugadores con un coeficiente limitado incapaces de entender lo que el técnico quiere, o simplemente el equipo no está trabajado.
Está claro que en las fotos de los goles sale un sospechoso habitual como Eric al que se suman los capitanes, con fichas desproporcionadas, Busquets y Piqué. No es ni medio normal que te metan tres goles en casa, te hagan siete ocasiones claras y, aún así, el mejor de tu equipo sea tu portero. El problema es mucho mayor que unos errores personales. Los desajustes defensivos, la esperpéntica defensa del balón parado o un equipo que en las segundas partes baja claramente su rendimiento deben ser alarmas suficientemente fuertes para que el debate se dirija al banquillo.
Quizás esté siendo injusto, no lo sé. Pero he de reconocer que la rueda de prensa de Xavi tras el partido me dejó más preocupado que el propio partido. Ausencia de autocrítica, y análisis un tanto parcial. «La primera parte fue excelente» proclamó el entrenador culé. Que yo sepa, las partes de un partido se componen de 45 minutos y el Inter gozó de las oportunidades más claras. El peligro del Barsa vino de una genialidad de Raphinha y de un portero rival que no bloca un balón.
Continuaba ante los periodistas aseverando: «La Champions está siendo cruel con nosotros». No sé muy bien a qué se refiere. Grupos duros siempre ha habido, igual que equipos con lesiones y arbitrajes polémicos. La realidad es que el crédito en Europa terminó hace tiempo y el trauma no hace sino agudizarse con el paso de los partidos. Es bastante sencillo de entender, sin ganar a nadie es complicado pasar a las eliminatorias directas.
No me malinterprete el lector, no estoy poniendo en duda el modelo. Lo que intento es que se analicen los problemas estructurales que tiene este equipo. Unos problemas que van más allá de un cambio de cromos. Va siendo hora de que Xavi demuestre que el discurso con el que vino es mucho más que simples palabras con poso cruyffista.
Desde luego Xavi en Europa no está sabiendo plantear los partidos,ni con lo jugadores colocados en el césped ni con las decisiones en el transcurso de los partidos,y tampoco está por la labor de hacer una autocrítica adecuada que sería un primer paso para mejorar en el futuro.Y también va demostrando esta Competición que los equipos españoles,salvando con benevolencia al Madrid,no son capaces de dar la talla, y también la autocrítica habría que extenderla, porque nuestra Liga va perdiendo gas y bajando escalones en relación a otras ligas europeas que se adaptan mejor al fútbol actual que requiere de físico,técnica y estrategia.
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