Se acerca la fecha, ya podemos contar las horas que nos separan del examen más temido y a la vez más esperado. El momento en el que los aficionados al fútbol, sean cuales sean sus equipos, se reúnen para estar pendientes del gran Clásico. El partido por excelencia. Un encuentro que ocupará las televisiones de numerosos países, expectantes ante un resultado que será protagonista de las tertulias deportivas durante los días posteriores. Y serán muchos…
Dos equipos que se enfrentan a su primer gran reto de la temporada, aunque para muchos suene alarmista calificarlo de tal forma, tras apenas dos meses de competición. Pero es así, mejor dicho, tiene que ser así, porque Real Madrid y Barcelona provocan en cada duelo tales repercusiones, opiniones y controversia, que ambos equipos ya están concienciados y preparados para tumbar al rival.
Porque si el partido más esperado de la competición ha estado emocionante en las pasadas temporadas, con los ya conocidos rifirrafes, éste no iba a ser menos. Y no por los conflictos existentes entre ambos clubes, que siempre hay algo, sino porque los dos equipos más populares de la Liga Española, compiten con nuevos entrenadores al frente y tras incorporar a sus onces a dos estrellas del fútbol mundial: Bale y Neymar, que estarán acompañados de los protagonistas indiscutibles del encuentro liguero, que no son otros que Cristiano Ronaldo y Messi.

Ambos equipos llegan al Clásico tras una jornada de Champions en la que los culés no pasaron del empate en San Siro por lo que se prevé que encaren el partido del sábado con ganas de acallar cualquier opinión sobre un posible bajón en el rendimiento del conjunto tras dos empates consecutivos. Y supongo que no hay mejor oportunidad para zanjar el tema que la de tener enfrente al rival por excelencia. Con la misma mentalidad se prepara el conjunto de Carlo Ancelotti, que tras su victoria en el Bernabéu frente a la Juventus, consigue posicionarse como líder de grupo con pleno de partidos ganados. El mismo Madrid que no tiene pensado desaprovechar la oportunidad de ganar al Barcelona en su casa.
Un triunfo que conllevaría igualar a puntos con el equipo del Tata Martino en la décima jornada de Liga, equiparando de nuevo la competición a ambos equipos y haciéndolo mucho más interesante para los que ansiamos competencia, tensión y lucha hasta la última jornada. Más si cabe, con la presencia de los colchoneros por la cabeza de la tabla y creando una lucha a tres.
Pero un Barcelona-Real Madrid no son solo los jugadores. Es el estadio donde se van a enfrentar, son los cientos de medios de comunicación de todo el mundo acreditados para cubrir el encuentro, es la afición que se deja la voz aupando a su equipo en el partido más importante de la Galaxia, sin olvidarnos, por supuesto, del orgullo de sentirte ganador frente al eterno rival y saborear cada segundo de victoria.
Porque éste es el partido que se recuerda siempre, el resultado que nunca se olvida y del que se hablará incluso el mismo día de la vuelta en el Santiago Bernabéu. Porque éste es, sin duda, el partido entre partidos.